Se impuso la veteranía y el corresponsal de ABC en París, Juan Pedro Quiñonero, en la imagen junto a la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, se adjudicó el premio Cirilo Rodríguez que organizado por la Asociación de la Prensa de Segovia reconoce el trabajo de los periodistas españoles en el exterior. Quiñones se alzó con el reputado galardón y los 6.000€ de bolsa que apareja el premio.
En esta ocasión el jurado, integrado por una veintena de profesionales de la comunicación, primaron la dilatada trayectoria y profundidad literaria frente a la juventud y al desempeño en precario como freelance de los otros dos finalistas, Xavier Aldekoa, corresponsal en África subsahariana de La Vanguardia, y Mikel Ayestarán, freelance multimedia, de prensa, radio, televisión, y que se maneja desde una pequeña agencia en Jerusalén.
Quiñones, de 69 años, es el decano de los corresponsales extranjeros en París. Como recordó en su parlamento, ha estado también en Rusia y Estados Unidos pero ha sido en la capital francesa donde ha desarrollado el grueso de su carrera, compatibilizada con una larga trayectoria como ensayista y novelista y, en los últimos tiempos, como fotógrafo.
En contraste Ayestarán y Aldekoa, curtidos en situaciones críticas como Siria o la cirsis del ébola, son dos claros ejemplos de la crisis económica en que está sumido el periodismo en general y el de internacional en particular. Jóvenes pero con una dilatada trayectoria (Ayestarán ya fue finalista en 2007) en los últimos años se ven obligados a cubrir sus corresponsalías desde la precariedad trabajando a tanto la pieza, sin estabilidad y a menudo tirando del patrimonio personal para, como reza el lema del Cirilo Rodríguez, seguir informando.
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