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Lo que le falta a Mazarías

Mazarías flanqueado por Serrano y González Salamanca, parte de su núcleo duro.

No ha acabado de entrar bien José Mazarías en la alcaldía de Segovia. Como que le “falta relato“, es decir, un meme de rápida comprensión que le caracterice ante la opinión pública.  Recuerdo a Arahuetes ganándose la fama, de la que viviría varios mandatos, de alcalde enérgico por terminar con aquel espanto de la plaza Oriental, el famoso esqueleto, y renovado de un plumazo la flota de autobuses. O la vitola de mujer conciliadora y heraldo de un supuesto renacer cultural que acompañó el “ascenso” de Clara Luquero. De Clara Martín poco hay que decir; no tuvo apenas tiempo para dejar impronta en la alcaldía.

Más allá de faraónicos proyectos o grandes promesas, todo indica que Mazarías pretende hacerse fuerte en la gestión. Es Segovia, en eso, una plaza complicada, se diría que anquilosada, con una burocracia desalentadora y unos plazos para casi todo que no son de recibo. Supongo que esa será la batalla de Mazarías y que además cuadra con los proyectos municipales conservadores, poner el énfasis en la gestión, que me parece una cosa la mar de sensata y de agradecer, y como digo, más que necesaria en Segovia.

A tal fin reclutó a un equipo tecnócrata, entre los que destacan los concejales Rosalía Serrano y Alejandro González Salamanca, por lo demás sin veleidades políticas conocidas. El principal activo político de Mazarías es su experiencia como delegado en la Junta de Castilla y León, un cargo que permite valorar departamentos que funcionan mejor y peor. Ámbitos en los que, supongo, destacarían ambos ediles. ¿Qué es lo que convierte en un diligente y buen trabajador público a un funcionario? Habrá que dominar el contexto jurídico, tramitar adecuadamente cada expediente y liderar con guante de seda a personal no siempre especialmente motivado y dado a alargar los cafés del desayuno. Por ahí irán los tiros.

Pero pasa que los elegidos para la labor son funcionarios de alto rango, de nóminas abultadas, y para quienes el paso al ayuntamiento supone un descenso de ingresos. Así que el siguiente capítulo era llevar al tope legal las retribuciones, lo que de paso beneficiaba a Mazarías, también él, no lo olvidemos, procedente de un rango de director general. “Aquí no viene nadie a perder dinero“, dijo en desgraciada frase Mazarías. Ocurre que en lugar de garantizarse una retaguardia segura, y con Noemí Otero lo tiene fácil el PP, el alcalde prefirió agotar liberaciones entre los miembros de su equipo lo que no le deja demasiado espacio para captar un apoyo fiable fuera del PP. De nuevo suposiciones, cabe imaginar que había pactado, por ejemplo con Vox, compensaciones del tipo ampliaciones contractuales en la escala inferior de personal de apoyo a los partidos.

Pero no salió bien, y Mazarías se encuentra con que su guarda de hierro sigue trabajando fuera del consistorio, a donde acuden de momento gratis et amore y cuando les dejan sus ocupaciones reales, que no deben ser muchas. Por otra parte, la opinión pública no es especialmente indulgente con munícipes que lo primero que hacen es subirse el jornal, menos aún cuando a continuación viene una importante subida de tasas (bien que obligada).

Por otro lado, las arcas municipales están secas, bien se ocupó el PSOE de prácticamente dejar activado el grueso de un presupuesto prorrogado lo que tiene a los populares sin apenas otro margen que tirar de deuda si se quieren salir de un guión escrito al céntimo por el PSOE. Que por lo demás ha tirado con tralla desde el primer día, sin respetar aquello tan entrañable de los “100 días“, bien es cierto que esta tradición lleva décadas en desuso, pues tampoco el PP ha sido especialmente cortés al respecto cuando eran oposición, más bien todo lo contrario. O sea que no pinta bien para Mazarías este inicio de curso. Tiene que gestionar sin gestores, subir tasas y garantizarse ese edil que le falta para sacar adelante unos complicados presupuestos.

Todos sabemos cómo acaba esto, con Otero de teniente de alcalde, lo extraño es que tarde tanto en materializarse lo obvio.

 


Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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8 Comments

  1. Relato y mucho hace falta para ocultar la cara de hormigón armado de estos pollos, “buena gestión” dicen, lo primero me subo el sueldo , lo segundo me arreglo el despacho para aposentar mi real culo y hacer una excelente gestión(un tipo como Maza no precisa menos que un 8palacio faltaría más),lo tercero os subo todas las tasas e impuestos( incluido vuelo de helicóptero para no dejar sin tributar ni un geranio colgado en una ventana, pero escucha q no sube sólo quito bonificación que técnicamente no es lo mismo).Getas con más cara que espalda es lo que son. Q vivir de lo público es lo que buscan sin más y nos obligan a pagar, pero olle agradece que como los de enfrente sin peores todavía me debes no se que…..

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    • Al paso que van y lo perdidos que siguen , en cuatro años vuelve el PSOE para dar un golpe de timón… nos vendieron la moto de un equipo gestor (¿qué pasa? ¿ los demás qué eran?) Y son la mayor decepción de la historia de este Ayuntamiento .. que vuelva Pablo Pérez!

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    • Se te ha olvidado mencionar el supervehiculo para moverse principalmente por Segovia (lo mismo no cabe en alguna) y el guardaspaldas armado. Normal para una ciudad con una violencia desatada como es Segovia.

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  2. Como se suele decir en estos casos, a disfrutar de lo votado, pero no sólo en Segovia, a nivel provincial y autonómico Incluso los que se han aliado con barbacheir aún peor.

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    • Ya hay un montón de nuevas obras de casas y rehabilitaciones en la ciudad. Lo mismo funciona Urbanismo. Igualito que disfrutábamos cuando votábamos a la Psoe.

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      • Jajajajaja, que chispa…

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  3. DeSegovia parece de fuera. Todo eso que dice que ha hecho el alcalde no se ha hecho. Ni sueldo, ni coche, ni sillón nuevo. Creo que hay que dar tiempo a los nuevos y, hombre, este no es el alcalde ese que dice, afortunadamente. Si tenemos suerte, la gestión del PP no empantanará las inversiones municipales durante años como hizo aquel de “ocupo las fincas que me de la gana por mis bemoles y luego que me condenen a pagar millones los jueces” El mismo de la repelente obra del parking de Clarte. Tenemos poca memoria. Doy mi confianza a la gestión.

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    • Pues mucha confianza hace falta amigo.

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