El Ayuntamiento sigue manteniendo “la idea” —hace tiempo que nadie se atreve a aventurar una fecha concreta— de terminar la construcción del edificio Cide del Cat antes de que acabe el mandato pero lo cierto es que sobre el inmueble parece pesar una especie de mal fario que ralentiza cualquier actuación, por pequeña que sea.
El problema actual es el remate de la carpintería exterior y vidrio, un contrato sencillo sobre el papel pero para el que en el Consistorio no encuentran quién lo quiera hacer. Se ha tratado de hacer el encargo mediante todas las modalidades administrativas posibles pero sin éxito y en este momento ya se piensa en la firma de un contrato menor, según ha reconocido este jueves el primer teniente de alcalde, Jesús García, que reconoció que aún se está trabajando en la modificación del proyecto —teóricamente quedó desierto porque el precio fijado inicialmente, 88.000 euros, no se ajustaba a los precios encarecidos de los materiales— “y en función del coste, se adjudicará por licitación abierta o mediante un contrato menor”.
Aunque el movimiento en torno al edificio es escaso, el Ayuntamiento anunció hace un par de semanas que ya están trabajando en su interior los operarios encargados de ejecutar el resto de los lotes en los que se dividieron los trabajos de remate del inmueble. En ese caso, la referencia para calcular los plazos para la finalización los estaría marcando el lote referido a “acabados interiores y mobiliario”, para el que se fijó un plazo de 12 semanas y que acabaría, por tanto, a finales de enero. Como quiera que la cristalería podría ejecutarse en cuatro semanas, al menos según los pliegos originales, el Ayuntamiento tendría que encargar esos trabajos antes de que acabe el año si no quiere verse sumido en una prolongación más.
Claro, que esa es la teoría basada en los plazos de ejecución marcados en los contratos y está, por ello, cargada de condicionales, más tratándose del “edificio de los mil problemas”.
Diputación
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17 noviembre, 2022
Pobres, no encuentran árbol en donde ahorcarse.!!!
17 noviembre, 2022
Menudo pozo sin fondo! Cómo se nota que no lo hacen con su dinero!
17 noviembre, 2022
Es el ejemplo de la gestión del ayuntamiento social-comunista, gran eficacia, aunque me asalta una duda, ¿dónde están las numerosas empresas de las que hablaba Clara I y que iban a ocupar el edificio? Mentiras, patrañas y pésima gestión, a lo mejor lo inaugura Clara II, la colorines, antes de las elecciones de mayo.
18 noviembre, 2022
Con los 300.000 euros de carril bici fantasma se podían haber contratado una pila de ventanas, de aluminio no!! De titanio o níquel por lo menos…pero dejar a clara tranquila jo!!!…que está muy ocupada pintando de colorines Segovia!! Si es que..para una alcaldesa que pinta algo!!!
18 noviembre, 2022
Pero el
Ciudadano calla y otorga.
Como muchas cosas .
No levanta la voz y dice basta ya!
Cuando se vayan los que están y al día siguiente , al día siguiente saldrán a las calles para protestar por lo que va a costar cambiar todo.
18 noviembre, 2022
Tenían que estar Pedro Arahuetes, Clara I y Clara II, pagando de su bolsillo todos los arreglos hasta que se acabará esta porquería de edificio. Otro tanto para los causantes de la Faisanera.
18 noviembre, 2022
Eso, la cagada de la faisanera. La finca de Quitapesares se la cargaron haciendo la cagada que hay ahora, con lo bonita que era. Que país
19 noviembre, 2022
después de destruir la finca con esos horribles edificios (varios sin terminar), que en efecto era maravillosa, ahora la ponen en venta; liquidan el patrimonio de la Diputación, es decir, de todos los segovianos.
La carretera de la Granja está destruida desde el punto de vista del paisaje: Carrascalejo, Peñas, el mastodonte de naves de la Diputación, La Faisanera, Parque Robledo…., ¡qué desastre!
19 noviembre, 2022
Pues anda que no estropea el paisaje la mierda esa del CAT. Hay que derribarlo ya.
20 noviembre, 2022
Malgastan el dinero de todos.