Posted By Natalia Del Barrio on 22, Ene, 2022

La precampaña ha empezado fuerte en Castilla y León. Todos los políticos, da igual el color, están aprovechando la oportunidad (o no) que se ha brindado a nuestra tierra de convertirse en el epicentro político durante estos dos meses.

Y si alguien está exprimiendo la oportunidad, no sabemos si para bien o para mal ya se verá el 13 de febrero, es sin duda el presidente Mañueco. Apercibido ya por la Junta Electoral por utilizar las cuentas institucionales para hacer campaña política, no duda en coger cualquier cosa que le pueda “venir bien” y utilizarla en su favor sin ningún tipo de escrúpulos.

Ya lo dijo en una entrevista a principios de año, Mañueco quiere ser “el faro que ilumina España para cambiar la política como hizo Aznar”. No sabemos a qué Aznar se refiere si a aquel que estuvo dos años como presidente de la Junta de Castilla y León y luego nunca volvió (aún le espera una medalla de las Cortes) o a ese Aznar presidente de ese Gobierno que ha acabado con casi pleno de Ministros como imputados, investigados o encarcelados.

En su proceso de “iluminador de España” no dudó en tergiversar unas declaraciones del Ministro de consumo Alberto Garzón con respecto a la ganadería extensiva y macrogranjas. Algo que surtió efecto y le proporcionó una gira por todos los medios de comunicación del país pidiendo la dimisión de Garzón sin que consiguiera explicar cuáles habían sido las políticas de la Junta de Castilla y León para evitar la pérdida entre 2019 y 2020 de 354 trabajadores autónomos de la rama agraria afiliados a la Seguridad Social, de 150 ganaderos de vacuno de leche o de 300 de leche de oveja según datos del Consejo Económico y Social de Castilla y León.

Entre vaca y vaca y un “Garzón dimisión” la remodelada Consejería de Sanidad no dudaba en vender la sanidad pública, otra vez. Con un coste de más de seis millones de euros adjudicaba a tres empresas amigas la realización de test de antígenos como maravilloso plan para descongestionar la Atención Primaria en esta sexta ola de Covid. 30€ por test que representan un auténtico timo al contribuyente si tenemos en cuenta que el Sacyl pone el material y que, como bien explicó la ex Consejera de Sanidad Verónica Casado, el coste medio en Atención Primaria era de 24€ la visita al médico y 19€ enfermería. ¿Quién puede afirmar ahora que lo privado es más barato? Aunque la broma no acabaría ahí, ya que unas semanas después anunció la contratación de más personal de enfermería para “supervisar” la realización de estos test. Sin duda un negocio redondo para las empresas adjudicatarias, entre ellas Ambuibérica, conocida por vulnerar los derechos de los trabajadores y contar con una decena de expedientes por quebrantar el contrato de transporte sanitario que mantiene con nuestra Comunidad.

Con toda la maquinaria electoral engrasada llegó el “debate” sobre los debates electorales, obligatorios desde 2018 por la Ley Electoral de Castilla y León. Sería VOX en este caso el primero en sacar todo de contexto. Su líder Santiago Abascal acusó de “truco” la exclusión de la formación del debate (también lo están Unidas Podemos, UPL y Por Ávila) y mostrando otra vez su desconocimiento sobre procesos electorales, porque no podemos olvidar lo de “si has votado por correo puedes ir otra vez a votar”. Quizá quería tapar los tweets homófobos, machistas y racistas de su candidato a la presidencia y no los de hace 10 años, sino los de octubre de 2021 llamando “feminazis” a la Asociación de Periodistas Feministas de Castilla y León. Sería el propio portavoz del PP, Raúl de la Hoz, quién saldría en su defensa, ofreciéndose a “abrir el debate”. Quizá olvidó que cuando se reformó la ley fue el PP y Ciudadanos quienes quisieron que así fueran estos debates y que en aquel momento les pareció una “medida razonable” porque entendían que mucha gente “no era un debate”

Pero la propia organización del debate se ha convertido en debate, valga la redundancia. Será Castilla y León Televisión quién se encargue de ellos a pesar de que RTVE se ofreció a hacerlo para toda España, pero la comisión de periodistas encargada, de la que por cierto solo hay una mujer, decidió que RTVE , a pesar de ser la única televisión pública de nuestro territorio, “no era una televisión de Castilla y León”. Habrá que ver el desenlace de este “debate sobre el debate” teniendo en cuenta que el Colegio de Periodistas de Castilla y León no estaba presente a pesar de formar parte de la comisión.

Entre tanto llegó el primer desembarco de líderes y lideresas nacionales de todos los partidos a Castilla y León. Sin duda quien más expectación causó fue Isabel Díaz Ayuso, a quien Mañueco quiere imitar y trasladar sus políticas a Castilla y León. No pasó desapercibido su discurso, entre otras cosas porque enmarcado dentro del Congreso regional que ha reelegido a Mañueco presidente del PP, no dejó de mezclar León con Castilla y eso quién sepa algo de nuestro territorio sabe que es una de esas líneas que no se deben cruzar y menos en León. Y Díaz Ayuso lo debería de saber, principalmente porque el gurú de su gabinete es ni más menos que Miguel Ángel Rodríguez, portavoz de la Junta con Aznar y conocido en el entorno mediático de Castilla y de León por haber creado una lista negra de periodistas.

También tenemos las primeras promesas: muchas relacionadas con fiscalidad y bajada de IRPF y pocas con el mantenimiento de los servicios públicos. Son incontables las ocasiones en las que Fernández Mañueco ha pronunciado las palabras “bajada de IRPF” y “eliminar el Impuesto de Sucesiones”. Menos se cuentan, por no decir ninguna, las veces que ha pronunciado a quién va a beneficiar teniendo en cuenta que Castilla y León ya es la segunda Comunidad con la fiscalidad más baja para las rentas más altas. Además no olvidemos que la bajada de impuestos ya se realizó en mayo de 2021 en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones beneficiando, según la propia Junta, a entre 5.000 y 15.000 personas, es decir entre el 0,2% y el 0,3% de la población y la proyección de los Presupuestos para 2022 era la de dejar de ingresar 400 millones de euros que seguirán estando en los bolsillos de quiénes más tienen mientras que el informe Cáritas nos decía esta semana que la población en situación de riesgo de pobreza había aumentado seis puntos hasta el 27,8%.

En el caso del PP no todos los líderes, cargos públicos y miembros del partido están entregados al 13 de Febrero. El presidente de la diputación de Salamanca, Javier Iglesias, se negó a declarar el pasado lunes ante el juez que está investigando la financiación irregular del PP de Salamanca que supuestamente se produjo en las primarias que dejaron a Mañueco como presidente del PP en Castilla y León y candidato a la presidencia. Javier Iglesias ni siquiera compareció físicamente sino que lo hizo por videoconferencia alegando molestias de la vacuna, molestias que desaparecieron “milagrosamente” al día siguiente cuando recibió al Obispo de la Diócesis de Salamanca.

También ha dado tiempo para nuevos términos, como el de la actual consejera de Familia y el modelo de dependencia 5.0 que más o menos viene a significar más privatización y menos recursos en lo público.

Visto los buenos réditos que dio Garzón con la ganadería y aprovechando un vídeo del Ministerio de Consumo sobre seguridad alimentaria cuando llevamos tuppers al trabajo, Mañueco quiso “inventar” una nueva polémica: el ataque a la hostelería del Ministro Garzón. Menos mal que esta vez no cuajó.

Acabo ya este diario uno de precampaña, culpa de los políticos por la intensidad con la que empiezan el año y la precampaña, mostrando la decepción ante la falta de nuevos proyectos e ideas. Y me permito explicarlo con una anécdota. Se supone que los gobernantes deben mejorar y facilitar la vida de la gente. A punto de acabar de escribir este artículo he revisado el teléfono y tengo decenas de mensajes de mi grupo de amigas , algunas contagiadas con covid al igual que sus hijos, hijas y parejas, que son autónomas, trabajadoras, en paro, preguntando cómo proceder, cómo conciliar, qué hacer en el colegio y varias casuísticas (una fantasía de caos la he denominado) que somos incapaces de resolver con el “maremagnum” de protocolos o ausencia de ayudas. Por eso es curioso que una campaña se centre en cosas que no resuelven el día a día. Luego se preguntarán por qué cada día la gente está más alejada de la política.

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