free web stats

Y dice el alcalde que lo de la plusvalía es un robo

Hay detalles que retratan. El Ayuntamiento de Segovia emitía ayer un comunicado informando que los ciudadanos que vendan o hereden una casa deben presentar, en todo caso, autoliquidación del impuesto de Plusvalía. Hasta nueva orden, el impuesto no se abonará, pero presentarlo hay que hacerlo. Queda en suspenso el pago, eso sí, a expensas de que se clarifique cómo queda este tributo, hoy en día a la espera de un nuevo marco legal.

Hasta aquí más o menos bien. Pero la nota no se detiene en informar de que hay que seguir presentando el formulario. El consistorio segoviano culpa directamente al Gobierno de privarles del 70% de lo que se venía ingresando por este concepto, “quebranto” que se suma, según el equipo de Gobierno, a la regla de gasto, la norma que permite al Gobierno intervenir las cuentas de los ayuntamientos que no se ajustan a sus directrices. “Estrangulamiento económico”, lloriquea el comunicado.

Lloriquea sí, porque hasta donde sé, y si aplicando a Marx la plusvalía es un robo, gravar impuestos a la minusvalía eso ya no tiene ni nombre. Y esto es lo que ha pasado.

Aclaremos conceptos. El impuesto consistía en una serie de coeficientes que aplicados a unas tablas cronológicas obligaba al sufrido contribuyente a pagar a las administraciones un % de lo que se obtuviera de la transmisión o venta de una vivienda. Tal mordida descansaba en el mantra, grabado al fuego en el ADN del españolito medio, según el cual, hijo mío, invierte en casas porque una casa nunca pierde valor. Como “nunca pierde valor”, las administraciones se desentendían de la plusvalía real. Que usted heredó una casa hecha un cisco del año 50, se le aplicaba una tasa por 50 años de supuesto “encarecimiento” del bien, y aquí paz y luego gloria.

Pues no, las casas no siempre mantienen el valor. A veces caen en picado. Se lo pregunten a tantísimos segovianos, que hipotecados hasta las cejas han intentado vender su piso para salvarse de la quiebra por mortificación bancaria. Al ayuntamiento (como al banco) eso le importaba un pimiento. Se tiraba de las tablas y, señor, a pagar un pastón que no tiene por un bien que no vale ni la mitad.

Felizmente empezaron a llover los recursos. Pues si se llama plusvalía el impuesto grava el enriquicimiento obtenido, y no se puede hablar de enriquecimiento cuando hay pérdida, minusvalía. Con una jeta de cemento armado, y a pesar de la jurisprudencia, no son pocos los ayuntamientos que aún hoy siguen practicando este robo obligando a los particulares a gastar en abogados y pleitos. Felizmente, este ya no será el caso del Ayuntamiento de Segovia.

Donde, para mayor confusión, van los de Ciudadanos y presentan una moción delirante (otra más) pidiendo que se deje de cobrar la plusvalía. Lo que es ya no tener ni la más remota idea (otra más) de qué va la copla. No contentos con ello, van y se atribuyen el mérito de lo que no deja de ser la estricta aplicación de la ley. ¡Tendrán valor!

¡Que les estrangulan, dicen! los alcaldes del PSOE. No, miren, esto no va así. Se ha enmendado lo que era una tremenda injusticia, el tener que pagar un impuesto por un beneficio no solo inexistente, sino que en realidad era pérdida. Que se cobre cuando hay beneficio, vale; cuando no lo hay, estafa; y cuando hay directamente pérdida, atraco a mano armada. Y es penosa la falta de empatía fiscal para con el contribuyente que se demuestra con comunicados así. ¡Miren las estadísticas¡ En Segovia cobramos un 30% menos que hace diez años, trabajamos más y somos menos… Aflojen. Busquen la pasta donde está, en los balances de las grandes transnacionales, no en la depauperada cuenta corriente del currito. Busquen un nuevo reparto del botín fiscal.

Y menos quejarse de la intervención gubernamental.  No haber gastado en CATs (como en Segovia, más de 22 millones tirados al vertedero de Prado Bonal), o en piscinas cubiertas secas (como en Palazuelos), o en campos de polo para perros (como en La Granja). ¡Espabilen!

De arriba a abajo, CAT. María José García Orejana. “Piscina” cubierta de Palazuelos de Eresma. Seca desde 2013.

 

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

Share This Post On

1 Comment

  1. siempre lo mismo, da igual el partido político al que pertenezca un alcalde/sa, o presidente del gobierno, critican lo que hace el otro, pero al ocupar su sitio, lo hace igual…..

    Post a Reply

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *