Posted By Fernando Sanjosé on 29, May, 2021

El Gobierno de Clara Luquero ha sufrido una nueva derrota en el pleno del Ayuntamiento de Segovia donde se ha acordado crear una mesa de trabajo para que todos los grupos estudien conjuntamente las “posibilidades de mejora y ampliación” de la estación de autobuses actual”, ubicada junto a Ezequiel González, además de haberse fijado también “desestimar cualquier proyecto” que ponga en riesgo la funcionalidad de la actual estación de autobuses y de la de ferrocarril. El acuerdo viene a confirmar que la alcaldesa, Clara Luquero, no cuenta con apoyo suficiente para lograr que la futura estación de autobuses se ubique sobre terrenos de Adif que afectan a la vieja estación de tren y que el debate se centrará ahora en comprobar si es viable hacer la infraestructura junto a la actual, como quiere la mayoría de los concejales.

La oposición cierra, de momento, el proyecto de poner autobuses en la estación de tren.

Claro, que este es el resultado de una moción presentada por el PP y enmendada parcialmente por Podemos, en cualquier caso y como siempre remarca Luquero, “una declaración de intenciones” que no obliga a su ejecución, así que está por ver si finalmente se constituye la mesa y en qué condiciones.

Lo cierto es que el resultado de la votación es claro: 13 votos a favor (PP, Cs y Podemos); 10 en contra (PSOE) y la llamativa abstención de los dos concejales de IU en lo que se supone un guiño cómplice, aunque sin resultados prácticos, a sus socios socialistas aún a costa de cambiar en público los que hasta ahora han sido los firmes planteamientos de Ángel Galindo y los suyos sobre la ubicación de la estación de autobuses: de la postura inamovible de los últimos años, el portavoz pasó este viernes a una posición mucho más flexible apuntando que “quizá no siempre se tengan todos los datos y hay que ver toda la información” por si otra ubicación pudiera mejorar la anterior. Hizo votos, además, porque la mesa que se ha de formar sea un espacio de diálogo por la ciudad.

Del debate plenario de este 28 de mayo, además del baño de realidad para los socialistas, se desprenden varias conclusiones. En primer lugar que el Gobierno municipal ha tratado de desarrollar por su cuenta y sin pedir opinión a ningún otro grupo, incluidos sus socios de IU, un proyecto de nueva estación de autobuses dando por supuesto que, llegado el momento, lograría los votos suficientes para sacar adelante las modificaciones urbanísticas —muchas, complejas y quizá comprometedoras del futuro de la misma infraestructura ferroviaria— que habría que realizar en los terrenos de la vieja estación de tren para poder adquirirlos y liberarlos de cargas antes de ponerlos a disposición de la Junta, que es la administración que finalmente construirá y gestionará.

Esta vez no se lo han permitido y la portavoz de Ciudadanos, Noemí Otero, incidió precisamente en lo precaria de la situación del Gobierno municipal además de echar en cara a la alcaldesa que es el Ayuntamiento el que no ha hecho aún las tareas para conseguir el suelo y dárselo a la Junta y, en este sentido, afeó las constantes críticas de la alcaldesa hacia la falta de inversiones de la Junta en la ciudad cuando “para una vez que están a nuestro servicio pidiéndonos terrenos para trabajar, no lo hacemos”.

La estación de autobuses en su última remodelación.

Ningún grupo político que no sea el socialista tiene intención de abandonar la defensa de la ubicación actual de la estación de autobuses, por mucho que la concejala de Urbanismo, Clara Martín, se empeñase en señalar la existencia de problemas urbanísticos en aquel lugar y volviera a teorizar sobre la complejidad que entraña el urbanismo ciudadano y cuadrar sus piezas, sin llegar a ningún punto concreto. Bueno, si, en un momento dado admitió que para este asunto de la estación habrá que “volver al punto cero, sentarse, hablar y pensar suelos”. De paso reconoció que ha construido este proyecto sobre informes y documentación de hace una década o más antiguos. “Una ciudad que no existe”, en palabras del edil de Podemos, Guillermo San Juan.

También queda claro que en la oposición hay consenso en la defensa de la antigua estación de Renfe y una gran fe en las posibilidades de su revitalización, por lo que parecen dispuestos a, en palabras de San Juan, “evitar que se toque una sola vía” que pueda comprometer su uso futuro con trenes turísticos, destinados a atender el puerto seco o incluso de trenes de mercancías. La mayoría plenaria dejó claro que no permitirán que se lleven a cabo los planes de la alcaldesa y su equipo tal como los han previsto hasta ahora. “Ustedes juegan al monopoli: quitan una estación de tren y ponen una de autobuses”, espetó el portavoz popular, Pablo Pérez a la concejala Martín.

El último mensaje que quedó en el aire es quizá el más importante para el devenir de los dos años de mandato municipal que quedan. Los grupos municipales han advertido severamente al Gobierno de que no permitirán que los “asuntos de ciudad”, aquellos que trascienden los planteamientos políticos, se ejecuten sin su participación y consenso.

Otra cosa es que esta haya sido para Luquero una jornada aleccionadora o sólo otra “declaración de intenciones” a la que no atender.

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