En este mes de diciembre la actividad de donación y extracción de órganos para trasplantes en el Hospital General de Segovia alcanza su trigésimo aniversario. Desde 1993 hasta la fecha, el número de donantes ha sido de 149, con un total de 493 órganos donados. Estas cifras son posibles gracias, en primer lugar, a la solidaridad de los donantes y sus familias y gracias también al trabajo de los coordinadores de trasplantes del Complejo Asistencial y de todos los servicios implicados en este complejo procedimiento.
Tradicionalmente los donantes provenían de procesos cerebrales catastróficos como accidentes de tráfico, hemorragias cerebrales y otros eventos en los que el cerebro perdía toda su actividad y funcionalidad, es decir cuando se constataba la ausencia completa de actividad cerebral (muerte encefálica). Debido al descenso progresivo de donantes en muerte encefálica por el descenso de accidentes y mejoras en los tratamientos, se han desarrollado fuentes alternativas de donación, como es la donación en asistolia.
Rey y Espigares, coordinadores de los trasplantes en Segovia
Donación en asistolia
En el año 2022, el Hospital de Segovia emprendió su primer abordaje de la donación en asistolia, culminando en un total de cinco donantes en asistolia controlada. Este logro significativo se concentró especialmente en los últimos meses del año, demandando un esfuerzo significativo por parte del hospital. La donación en asistolia controlada, conocida como DAC o DA tipo III de Maastricht modificada de Madrid, se refiere a la obtención de órganos de personas cuyo fallecimiento ha sido diagnosticado por criterios circulatorios y respiratorios tras la retirada del tratamiento de soporte vital. Esto puede deberse a futilidad terapéutica o un rechazo al tratamiento.
La declaratoria de muerte de un donante puede basarse en criterios de muerte encefálica o muerte cardíaca, siendo el donante a corazón parado o en asistolia aquel en el cual se diagnostica la parada cardíaca irreversible.
El procedimiento de donación
La donación se presenta como un derecho fundamental en el ámbito sanitario, abierto a todos los ciudadanos, independientemente de su edad. Aquellos que deseen contribuir a mejorar la vida de otros mediante la donación de órganos o tejidos deben tener la libertad de expresar y ejercer este derecho. La comunicación de esta voluntad a los familiares más cercanos es crucial, asegurando que puedan transmitirla a los profesionales de la salud cuando llegue el momento. Además, existe la posibilidad de formalizar este deseo a través del Registro de Instrucciones Previas, Voluntades Anticipadas o Testamento Vital, el cual puede ser solicitado ante notario, testigos o personal autorizado por la Administración, siendo susceptible de modificación en cualquier momento por parte de personas mayores de 18 años capaces y actuando libremente.
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