Posted By Redacción on 29, Dic, 2019

Liquidar la relación de la empresa Isolux Corsan con el proyecto guardado —no desechado, ya que ha quedado excluido del ámbito de protección del Peahis y puede por tanto recuperarse en un futuro— de construcción de un parking en el paseo de los Tilos y con otros trabajos relacionados que se encargaron verbalmente costará al Ayuntamiento 95.600 euros, a mayores, mientras que sobre el asunto quedan las acusaciones hacia el Gobierno socialista de “irregularidades”, cuando no directamente de “ilegalidades” desde todos los grupos representados en el Consistorio. El contrato y los “encargos” posteriores se formalizaron hace años, bajo mandato del anterior alcalde, Pedro Arahuetes, aunque la actual regidora, Clara Luquero, formaba parte ya del equipo de Gobierno.

La empresa Isolux dejará de estar vinculada a la construcción del aparcamiento de los Tilos.

El último pleno del año, celebrado este 27 de diciembre sometía a votación los dictámenes de resolución del contrato relativo a la redacción de un Plan Especial y la construcción del aparcamiento de los Tilos por el que ya se han pagado 97.650 euros —salió adelante con los votos en contra de PP y la abstención de Cs y Podemos— y otro, la provisión de otros 95.600 euros para resarcir a la empresa por trabajos realizados al margen del contrato, de forma verbal y fuera del procedimiento administrativo. Pese a que ese contrato ‘raro’ está considerado por la Intervención municipal como de “nulo derecho”, una sentencia judicial insta al pago de los trabajos realizados.

Y a eso precisamente se agarró el portavoz socialista, Jesús García, durante el agrio debate plenario: “dice el juez que hay que pagar”, vino a decir. De cómo se hizo aquella contratación fuera de la normativa, pocas excusas salvo aclarar que quien dio la orden verbal fue el alcalde de aquel momento y lanzar un reto al resto a los grupos: “Acudan a los juzgados”. Para el socialista, la ventaja es que con este trámite se cierra cualquier posibilidad de nuevas reclamaciones ante los juzgados por parte de la empresa.

García sabía de antemano que el dictamen saldría adelante, aunque fuera de forma pírrica, gracias a la abstención del concejal de Podemos, el apoyo de sus socios de IU y el voto de calidad de la alcaldesa frente a los doce votos en contra que suman PP y Cs.

Es presumible que si IU no formase parte del Gobierno, probablemente habría votado en otra dirección pero formar parte de la coalición obliga a este tipo de equilibrios en los que el portavoz, Ángel Galindo, criticaba con dureza el funcionamiento arbitrario de Urbanismo y manifestaba que “no nos hace gracia pagar a una empresa como Isolux-Corsan”, pero acababa encontrando aspectos positivos como la idea que sostiene de que este será el carpetazo definitivo a la construcción del aparcamiento —batalla tradicional de IU desde hace casi cuarto de siglo— y resaltando que los casi 100.000 euros que acabará pagando la ciudad son menos que la valoración que se ha hecho de los trabajos realizados así qué, resulta mejor pagarlo para evitar nuevas reclamaciones y contabilizar la “diferencia” para que se destine a inversiones de los ciudadanos. Todo un sapo.

Con más tranquilidad, por su calidad de apoyo necesario pero no parte del Gobierno, masticaba el mismo menú Guillermo San Juan para justificar su abstención y, en definitiva, permitir la aprobación al mostrarse partidario de cerrar este episodio para garantizar la seguridad jurídica del Ayuntamiento y, eso si, abrir una nueva etapa de transparencia en Urbanismo.

Acusaciones de ilegalidad

Muy duras fueron las intervenciones de PP y Ciudadanos, cuyos portavoces hablaron reiteradamente de ilegalidad. El popular, Pablo Pérez, responsabilizó a PSOE e IU de haber posibilitado con su voto un “quebranto contra la administración”,  mientras que la representante de Cs, Noemí Otero exigía a los gobernantes que pusieran nombre y apellidos —ella misma se cuidó de no citar nombre alguno— al autor del encargo de esos trabajos en una decisión “arbitraria y fuera de la ley” y se le reclamara el pago del dinero.

Una relación muy cara

La relación del Ayuntamiento con la empresa Isolux Corsan, iniciada y mantenida por los equipos del anterior regidor, Arahuetes, ha sido en estos años cualquier cosa menos barata. La UTE fue la encargada de ejecutar y explotar el aparcamiento de Padre Claret del que se han producido históricamente liquidaciones anuales millonarias, siempre en contra del Ayuntamiento que además, en otro acuerdo muy criticado, solventó una de esas liquidaciones con un pago “en especias” consistente en asumir la gestión de la superficie del aparcamiento —calzada y aceras— de un carísimo mantenimiento por su aparente mala ejecución de principio que hasta entonces obligaba a la empresa a la realización de constantes obras.

A la misma empresa se le encargó la preparación administrativa para la construcción del aparcamiento de los Tilos mediante nuevos contratos millonarios, además del encargo “de viva voz” de los trabajos liquidados este viernes en el Ayuntamiento con un coste de casi 100.000 euros más.

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