Actualmente afincado en Sotosalbos, desde donde dirige la Fundación Valsaín para la difusión del europeismo y los valores democráticos, Álvaro Gil Robles fue Defensor del Pueblo entre 1988 y 1993; en 1978 era un profesor universitario treintañero, incluido en el equipo del socialista Gregorio Peces Barba que negociaba la Constitución.
Invitado por el Ayuntamiento de Torrecaballeros en el acto institucional de conmemoración del 40 aniversario de la Carta Magna, Gil Robles repasó “el nada fácil trabajo de la negociación” que alumbró el texto. Defendió el trabajo y modernidad de la Constitución, “quienes hoy la atacan en gran parte es por un juicio rápido, derivado de que son jóvenes y no conocen la historia, lo hacen por ignorancia histórica”, dijo. Muy al contrario, la Constitución del 78 “fue un ejemplo de modernidad, tuvo mucha importancia estar rodeados de los estados más avanzados democráticamente” en cuyos textos constituyentes, y muy especialmente en la Ley Fundamental Alemana, se inspiraron los ponentes para desatascar los puntos más espinosos. Eso, y el continuo diálogo “extraoficial” de los políticos de todo signo, fue a juicio de Gil Robles, la clave del éxito del texto, ratificado por el pueblo con un 88% de votos a favore.
Dicho lo cual, el político reconoció sin ambages que la ordenación territorial vino totalmente condicionada por la situación en el País Vasco. “El PSOE y otros partidos llevaban en su programa el federalismo“, algo para “lo que el país no estaba preparado”. Fue entonces cuando a inspiración de Fraga Iribarne -recordó- se optó por las “regiones con autonomía”, a modo de sucedáneo que luego redundaría en las Comunidades Autónomas.
40 años después el veterano político aboga por cerrar ese tema. “O cerramos ya el tema de la reordenación territorial o nos explotará en la cara” para lo cual defendió un modelo federal, con los ámbitos de jurisdicción cerrados. Previamente, claro, hay que garantizarse un clima político viable, “rehacer los mimbres de la convivencia, que se nos va de las manos”.
PP en la plaza, PSOE en el Acueducto
En Segovia, también PP y PSOE celebraron los tradicionales actos de partido de revindicación de la Constitución. El PP, en la plaza Mayor, en acto organizado por Nuevas Generaciones, repartiendo copias del texto, leyendo artículos, para terminar posando componiendo una suerte de bandera con cartones. Defensa cerrada de la Constitución a la que se atribuyen los avances sociales de los últimos cuarenta años, y defensa también de su vigencia. “En la Constitución caben todas las ideologías, siempre y cuando éstas respeten su contenido”, explicaba el secretario general autonómico, Francisco Vázquez.
Más convencional, el acto del PSOE tuvo un aire electoral algo más acusado, con el secretario provincial, José Luis Aceves, defendiendo las bondades de la reforma de la Constitución como manera de “reenganchar” al electorado y combatir los populismos. Un plan que, para Acevezs, topa con la resistencia de los partidos de derechas. “Los lideres políticos de la derecha no tienen la altura de miras suficientes como para darse cuenta de que la sociedad demanda de verdad un nuevo pacto constitucional como la herramienta perfecta para volver a ilusionar a la ciudadanía. Y si no somos capaces de ilusionar a la nueva generación, los populismos tendrán un nicho más fácil de crecimiento”.
7 diciembre, 2018
El primer Defensor del Pueblo fue Joaquin Ruiz Gimenez