El nuevo vehículo de la línea nueve modificada mantendrá su color rojo.
El Ayuntamiento no volverá a poner en funcionamiento el microbús eléctrico que prestaba servicio en el casco antiguo hasta su última rotura, hace unos días y mantendrá en su lugar al nuevo vehículo diesel que ha entrado esta semana en funcionamiento, según afirmó este 4 de agosto el alcalde accidental, Alfonso Reguera, que recordó que la contrata del servicio de transporte urbano está prorrogada y “sólo se puede obligar a la empresa a mantener el servicio”.
De esta manera justificó que el nuevo vehículo de la línea 9 sea totalmente diferente a los del resto de la flota, tanto en su modelo y disposición de asientos —más parecidos a los de una línea interurbana— como al color, rojo en este caso y no del azul corporativo que tiene toda la flota.
Pese a recalcar que la situación de prórroga impide realizar cambios en el servicio, sí admitió que la sustitución del vehículo del casco antiguo también ha supuesto el cambio radical del recorrido de la línea, en la que se han suprimido todas las paradas del lado Oeste del recinto amurallado, en la estación de autobuses, Sancti Spiritus y el Arco del Socorro. “Se ha modificado la línea porque [el nuevo] no puede pasar por el Acueducto y por algunas calles” por sus dimensiones, “se trata de una necesidad imperiosa de modificar la línea ante una necesidad concreta”, apuntó para justificar la aparente contradicción en su discurso.
Lo cierto es que el vehículo ha pasado hasta ahora prácticamente desapercibido para los ciudadanos que apenas lo utilizan, ya que la mayoría de los servicios —teóricamente con una frecuencia de treinta minutos, no siempre cumplida, según pudo comprobar este 4 de agosto esta redacción— se cubren sin que suba un solo viajero en ninguna de sus paradas.
Con el servicio prorrogado, además de la jubilación forzosa del microbús eléctrico, los vehículos más antiguos de la flota siguen dando muestras de su agotamiento con continuas averías ocurridas a lo largo de la semana que han obligado a la suspensión de varios servicios en los últimos días afectando a varias líneas, la última, la línea 5 durante la mañana de este jueves.
Un autobús urbano permanece, averiado, en la parada de San Facundo, este 2 de agosto.
Sin concurso del comité de empresa.
Por otra parte, en la misma comparecencia, Reguera frenó en seco cualquier aspiración del comité de empresa del servicio de autobuses de participar directamente en la redacción del nuevo pliego recordando que la nueva contrata incluye la subrogación de la plantilla y todas sus condiciones actuales.
El concejal salía así al paso de las quejas de los representantes de los trabajadores, que acusan al Ayuntamiento de “secretismo” en los trabajos de redacción del pliego y en este sentido recordó que “se están teniendo en cuenta algunas de sus peticiones” sobre frecuencias, puesto de conducción y condiciones de trabajo aunque “no parece de recibo que el comité de empresa intervenga en la gestión del proyecto municipal en el que no son ellos los que van a contratar”, zanjó.
Cambios en la 2 por fiestas.
La celebración de las fiestas del barrio de San Lorenzo, entre el 6 y el 10 de agosto, va a obligar a la alteración de los servicios de la línea 2, que no entrará en el barrio a partir de las 21.00 horas por la previsible aglomeración de público y la celebración de los encierros nocturnos y hará lo mismo durante la mañana del día 7, cuando se celebrará el único encierro nocturno, a partir de las 9 de la mañana.
Durante esos eventos, el autobús sólo circulará por Vía Roma hasta la última parada de la línea, en el Terminillo para hacer la vuelta también únicamente por la gran avenida sin cubrir las paradas del interior del barrio.
Diputación
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