Beat Club… y allá va la despedida

Posted By Cultura on 19, May, 2018

7 pecados capitales 7, Magníficos… 7 años haciendo vibrar el escenario. Beat Club, sus socios, se despiden tras más de 2.500 días rodando para que la música en directo se saliera con la suya un tiempo. Pero sólo un tiempo. Porque todo tiene un final y el próximo 2 de junio, con buen humor por supuesto, se cerrará un episodio que ya es leyenda en la historia de la música en directo de Segovia.

Atrás quedan 718 bandas, 223 Dj´s; Titirimundi, Festival de Música Diversa, WIC, Batubeat, Festival Vete al Fresco, Kazurrock… tantos y tantos eventos no caben aquí. Y no es preciso decir que están todos en el corazón Beat Club…

Lo mejor tal vez sea haber servido de soporte para la gente del directo y los músicos que, viniendo de donde viniesen, arriesgaron su proyecto a merced del público de Segovia y aledaños. Tal vez lo mejor sea que, con mayor o menor éxito, nos dieron la generosa posibilidad de ser disfrutados. También los amigos que se hicieron fueron lo mejor; y los bellos momentos presenciados envueltos en miles, millones de acordes que retumbaron en esas cuatro paredes inspiradas en la estación de un metro.

Dos últimos trenes partirán de la estación Beat Club. El III Kazurrock, (18 y 19 de mayo) donde Capitán Humano y Planeta DEF (viernes) y La Belcho Band, Felisín dame tres cajas, Los Wrayajos y Monóxido (sábado) pondrán la nota crítica, arrolladora y sobre todo festiva en nuestra despedida (entradas en Notikumi, Santana y Tótem). Y el WIC, de la mano del Bluesman Christ O’Leary (20 mayo, entradas en página del WIC): nada más coherente que un buen blues para despedirse.

Luego, ya sin música, subirá al escenario la ultima banda (de monologuistas) que pisará la tarima del Beat: 8 Apellidos Andaluces. Y nos despediremos con risas, como las que tuvieron, tienen y tendrán, quienes al final de todo, sepan reírse de si mismos pensando que, seguramente, todo es una tontería.

Un millón de gracias a espectadores, clientes, productores, músicos… y, como no, a los enemigos que hicimos. Sin todos ellos no habríamos aprendido tanto (o quién sabe si más) como en la mismísima Escuela.

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