Prodestur, de la Diputación de Segovia, y la fundación Starlight una entidad, creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), cuyo fin principal es la difusión de la astronomía, celebraron el 29 de agosto una jornada de promoción del astroturismo, es decir turistas que buscan cielos idóneos para la contemplación de ese espectáculo, hoy desaparecido de buena parte de Europa, que es una noche estrellada.
Y tanto Diputación como la fundación consideran que Segovia reúne condiciones privilegiadas para que el astroturismo cale y devenga un factor de atracción de visitantes que buscan, precisamente, eso: firmamentos oscuros y nítidos. Como primera medida Starlight ha estudiado cinco zonas de la provincia, de a priori más atractivo. Y como cabía esperar, es la zona más despoblada y alejada del halo de Madrid la que mejores perspectivas ofrece: la sierra de Ayllón. En segunda lugar, Somosierra y el Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama. Quedan en buena posición pero más atrás la sierra Sur, Riaza y Duratón.
La calidad del firmamento se define por cuatro parámetros. El primero, claro, las nubes, cuantos más días de cielos claros mejor. Luego están la nitidez y la turbidez atmosférica, dependientes de factores como la turbulencia (vientos, que ofrecen vistas más tinteneantes), o material en suspensión. Por último pero tan importante como el primero, el brillo de fondo, cuanto más oscuro mejor.
Las grandes aglomeraciones urbanas convierten la oscuridad de la noche en un gris lechoso, inhábil para la observación astronómica profesional o amateur. Al no tener ese problema, Segovia se antoja como un destino potencialmente relevante en astroturismo. Un subsector que, a título de ejemplo, mueve unos 200.000 visitantes años en Canarias, una de las mecas del astroturismo, y que está en claro crecimiento. Cada día hay más telescopios de aficionados europeos que optan por España para observar las estrellas, dándose el caso de hostings de telescopios, instalaciones donde los europeos dejan sus aparatos que dirigen on-line desde sus domicilios. Nuevas oportunidades para el turismo provincial.
Luces cálidas, no blancas o azuladas
Siempre que se ponga coto a la contaminación lumínica, verdadero disparate que, incluso en pueblos pequeños, se carga la calidad visual. “Es un error común pensar que con la sustitución de luces led se mejora la contamiación lumínica, y no, a veces se empeora. Hay que instalar luces cálidas, amarillentas, no las frías blancas o azules, mucho más contaminantes. Pero es una batalla a largo plazo”, explica
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