Pedir a un podemita que no mienta es como pedir peras al olmo. Claro que si tomamos las palabras del presidente en las que decía que no dormiría si pactase con ellos, o que nunca pactaria con ellos pues uno se da cuenta de lo que es la política izquierdista o izquierdosa de hoy en dia

La calidad de artistas como Dulce Pontes y Chick Corea (entre muchos que ha traído la Fundación) es abalada con base en parámetros internacionales y tenerlos aquí, desde mi punto de vista, debería ser motivo de orgullo y no de discordia. No obstante, por tus comentarios, tal parece que consideras que la ciudadanía segoviana no está a la altura para recibir una oferta cultural de estas características. Yo (como muchos otros) difiero rotundamente. Me parece que la calidad de artistas como estos, nutre, eleva y ennoblecen el espíritu humano, sin hacer distinción de clases u origen. Pero además, la Fundación ha hecho y hace mucho más que traer a artistas como los antes mencionados. Desde hace décadas, trae música de cámara de la más alta calidad, auspicia una excelentísima escolanía donde reciben formación niños de todos los barrios de Segovia, un respetado concurso infantil de piano de proyección nacional, y varios festivales más a lo largo del año con características muy variadas en cuanto a gustos y géneros. Además, en su programación, aparte de traer a Segovia notables artistas de la escena nacional e internacional, favorece e impulsa proyectos culturales que involucran participación ciudadana y que contribuyen a la integración del tejido social desde el ámbito cultural, tal como la Orquesta Ciudad de Segovia o los numerosos talleres que se vienen realizando con niños y jóvenes. Por si todo esto no es suficiente, desde la fundación también se realizan labores de investigación como el rescate, estreno y publicación de obras del archivo de la catedral o el rescate de la figura de María de Pablos.
Finalmente, aunque no lo percibas así, me consta que, al menos en lo que tiene que ver con la programación de la FDJB no existen motivaciones políticas, sino una ética impecable y rigor en los procedimientos, y un gran compromiso con la ciudadanía segoviana.

Las actividades no son cada vez más caras. Más bien, ahora se hacen más cosas, de las cuales en 2019 la mayoría fueron gratuitas o con un coste de dos euros, destinado a ONGs.

Respecto a las tres cosas puntuales, estas son las actividades que se hicieron en 2019:
-44 MUSEG Festival de Segovia (16 días de actividad)
-37 Semana de Música Sacra (5 días de actividad)
-921 Distrito Musical (33 días de actividad)
-Escolanía de Segovia (calendario anual de conciertos, actividad de ensayos semanales durante el curso escolar, intercambio con otras corales)
-23 Premio Infantil de Piano Santa Cecilia (2 días de actividad)
-II Concurso Internacional de Composición María de Pablos (3 días de actividad)
-Talleres en los colegios, a través de las Jornadas de Música Contemporánea de Segovia (12 días de actividad)
-Investigación: dos secciones de investigación. En el archivo de la catedral, han finalizado tres programas completos y llevan 5 proyectos de investigación. En la Sección María de Pablos, como proyectos finalizados: un documental, transcripciones de toda su obra, una biografía. Además, hay otros proyectos en curso.
-Día Europeo de la Música.
-El año pasado se colaboró con el V Ciclo del Patrimonio de la Fundación Valsaín como evento puntual, a través del cual se organizó el Ciclo El Valor de la Música.

Algo me habré dejado, seguramente…

Respecto a su comentario, no entiendo porqué relaciona los eventos de la Fundación con lo que llama “beautiful segoviana”, o los más pudientes. El año pasado, el 70% de sus eventos fueron gratuitos o costaron 2 euros, los demás costaron entre 10 y 20 y solo uno costó 25 euros. Y ahora: ¿cuánto paga un ciudadano por ir al cine o al teatro? ¿Y cuánto para ver un partido de fútbol o una corrida de toros?

Me parece además lamentable que se identifique la clásica, la contemporánea y la danza con una élite. ¿Qué élite, cuándo es mucho más barato que ver un concierto de pop, un partido o los toros? Me da la impresión que se le llama “elitista” por la formación tan especializada que requieren los profesionales del sector. Toda la vida pasan los músicos y bailarines formándose para esto, para que luego haya quien les llame elitistas. Es, como dije, lamentable.

Por otro lado, para escuchar a la ONE debe usted ir al Auditorio Nacional, así como para ver ópera debe ir al Teatro Real. Y lo mismo pasa con el fútbol: se juega al fútbol en los barrios, pero para ver un partido profesional usted tiene que ir al estadio. En cualquier ciudad es así: no puede haber insfraestructuras para todo en cada barrio. Y en Segovia los lugares donde se pueden llevar a cabo estos espectáculos están en el centro, como en muchas ciudades. Deberíamos estar orgullosos de tener un patrimonio que permite albergar eventos de tan alta calidad y con tanto éxito, sin tener auditorio. Pero además, la Fundación está llegando a los barrios, haciendo conciertos a través del 921 Distrito Musical en otros espacios, en este cometido de llevar la cultura a todas partes.

Segovia no está a la cola en España, ni muchísimo menos. Según ese informe que mencionas, Segovia está en el lugar 27 en una lista que destaca las principales ciudades en materia de cultura. Evidentemente están delante Madrid, Barcelona, San Sebastián y otras ciudades de mucho mayor tamaño que Segovia. Sin embargo, está, junto con Cuenca, a la cabeza entre las ciudades de su tamaño, y además por delante de otras con mucha mayor población, como Córdoba o Alicante. Si revisas ese documento, verás que hay muchas ciudades que ni siquiera están en esa lista. Estar ahí, en el número 27, para una ciudad de 50.000 habitantes es un orgullo. Y otra cosa: de las ciudades de Castilla y León, solo están en esa lista Valladolid, Salamanca, León, Segovia y Burgos, esta última por detrás de Segovia.

Por otro lado, los beneficios que aporta la Fundación a la ciudadanía son muchos y no se miden en números. Ese mismo documento que mencionas, en la página 44, señala como primera medida necesaria para mantener un buen estado de la cultura la “planificación a largo plazo, con una gestión despolitizada, profesionalizada y con continuidad”. Pues bien, en Segovia la Fundación Don Juan de Borbón cumple con esa premisa: una gestión despolitizada y profesionalizada que ha permitido la continuidad de proyectos de gran impacto para una ciudad como Segovia, como lo son la Escolanía de Segovia (coro infantil y juvenil por el que han pasado ya 23 generaciones, que ofrece una formación vocal de primera calidad en un proyecto práctico, donde los niños tienen experiencias performativas desde los primeros meses) y los festivales. Entre los festivales que se organizan desde la Fundación o que se financian desde la Fundación (lo que implica un apoyo continuado), uno ha cumplido 50 años, y otros con 45, 38, 36, 32, 27, 24… Es decir: continuidad. Una continuidad cuya aportación implica la gran diferencia que hace a cualquier ciudadano el vivir en una ciudad cultural, frente a vivir en una que no lo es. Y si usted ha vivido alguna vez en ciudades con menor cultura que la que podemos disfrutar en Segovia, sabrá a lo que me refiero.

No todo se mide en números, y las Artes y las Humanidades, lamentablemente con los números peligran. Pero lo realmente peligroso es deshacernos de ellas. Eliminemos la cultura de la ciudad, y midamos la calidad de vida en Segovia unos años más tarde. Nos daremos cuenta entonces de la regresión en que nos encontraremos. Así de difícil es construir, y así de fácil se destruye.

Esto que afirma usted es mentira. Como miembro que fui del Patronato de la FJB durante el proceso de selección de la actual Gerente me reservo el inicio de cuantas acciones legales crea pertinentes contra usted y el medio que ha publicado su comentario hasta lograr la total rectificación de dicho comentario.
Buenos días.

Ya era hora que alguien dijera las cosas claras. La Fundación solo hace 3 cosas puntuales al año que por cierto cada vez son más caras. Eso si, las invitaciones a quien ellos consideran siempre en las primeras filas. Otros harían lo mismo que ellos con la mitad de la mitad del presupuesto.