Las obras del Teatro Cervantes, llamado a ser el tercer equipamiento escénico de una ciudad de 50.000 habitantes, recibía ayer una primera visita de obras con la realizada por el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas, a la sazón acompañado de la alcaldesa Clara Martín, y la delegada del Gobierno Virginia Barcones, entre otras autoridades.
La previsión es que las obras terminen en 2025. Tras la adjudicación del contrato con la UTE Torrescámara-Erm por un importe de 9.9M€ hubo que abrir sin embargo un proceso negociador con el obispado por la necesidad del plan de obras de ocupar el párking del Seminario. Aspecto que se subsanó con un alquiler de entre 3.000€ al mes a 1.000€ (mas cantidad para el primer año de obras, decreciente en los años subsiguientes). El contrato se formalizaba en abril y las obras empezaban a finales de ese mes.
Tras adecuar el viejo párking como zona de obras, se empezó con la demolición de la estructuras existentes que interfieren con la solución arquitéctonica prevista, lo que ha permitido dejar al descubierto la cara interior de la muralla, exenta de elementos adosados, algo que permitirá documentar mejor este bien de interés cultural. A partir de aquí está previsto empezar la ejecución de la nueva estructura que permitirá la conservación de los elementos más importantes del teatro original pero adaptados a las necesidades funcionales de la escenografía actual.
31 agosto, 2022
Algo hay que vender para que la vote algún despistado, que toda la ciudad está abandonada desde hace años. A qué sí Clarita II? Como no se hace nada de nada en Segovia. Además en este acto no había una pancarta de protesta de los vecinos contra esta nueva arribista dispuesta a sentarse en la silla de alcaldesa y no volver trabajar en su vida. Por el módico precio de 62.000 euros/año
31 agosto, 2022
Sería una sorpresa mayúscula si las obras finalizan en 2025. Mientras tanto: fotos, fotos, fotos… Ha salido a padre.
1 septiembre, 2022
¿Cuántas noticias va a haber de este estilo hasta mayo? Solo cuestiones provisionales y futuribles, nada más, porque resultados para el bienestar de los ciudadanos, muy pocos, y proyectos serios, ninguno. Fotitos y a convencer a la gente de que se hace algo. Mientras tanto, una ciudad que decae y cuyos problemas aumentan.