Es la parte más emotiva de la Semana Santa, el regreso de los pasos a sus cofradías tras efectuar la procesión del Viernes Santo, seguida por miles y miles de turistas y segovianos. Porque un denominador común para la jornada es “multitud”.
Tanto que, por la mañana, la ciudad devino un verdadero caos-crucis. Comitivas penitenciales por allí, capirotes por allá, turistas a mansalva y no siempre buen rollo. Como un enfrentamiento entre cofrades y turistas en plena calle San Francisco, cuando una turista se empeñaba en pasar por el medio del medio del via crucis lo que a grito pelado le afeaba una cofrade. Escenas que se repitieron. Escasa previsión de los itinerarios, que cruzan espacios saturados de turistas, y la mala educación de algún que otro visitante, ignorante de la sana tradición de, al paso de los via crucis, apartarse a un lado y retrasar dos minutos el atropellado itinerario por la ciudad. Hay gente para todo, y si no, a Cuéllar, donde algún atontado lanzó huevos al paso de la procesión según informa Cuellar7.
Ya por la tarde, siempre con un tiempo espectacular -tarde noche cálida para un abril segoviano- empezaron a salir los pasos de la Catedral en procesión penitencial que, como siempre, deja ímágenes espectaculares y momentos de gran intensidad emotivo-religiosa, especialmente en el regreso de las cofradías a las parroquias, con aplausos y hasta lágrimas. Todo ello con especiales medidas de seguridad. Vallas de contención, mucha presencia policial y vehículos policiales cruzados en los accesos a las calles clave (San Francisco, Padre Claret, Avenida Constitución) en prevención de atentados con camión.
La Semana Santa sigue apurando ya sus últimas horas de cara a la jornada principal del calendario catolíco, el Domingo de Resurrección.
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