La sala de Santos Sanz, ubicada en la parte más elevada del Consistorio, de la que desaparecieron los dispositivos de Martín.
El ayuntamiento ha evitado hasta ahora que se hiciera público el suceso, que sin embargo fue objeto del comentario y la preocupación de los trabajadores de la casa: Ocurrió el pasado 26 de junio, una jornada en la que, como cada jueves, se celebraba una reunión de la Junta de Gobierno Local, un hecho que conlleva cierto incremento en el devenir de concejales y funcionarios por los pasillos municipales.
Las concejalas de Gobierno Interior y Personal, Marisa Delgado, y de Patrimonio Municipal y Contratación administrativa y Educación, Lirio Martín, que comparten el espacio de la Sala de Santos Sanz decidieron hacer una pausa en su trabajo para bajar a tomar un café en uno de los bares de la Plaza Mayor. Martín afirmaría más tarde y con todo convencimiento que cerró con llave aquella puerta.
Para su sorpresa, a su regreso tras el breve parón, la última edil incorporada al Gobierno local no encontró sobre la mesa su ordenador portátil ni su teléfono, desatando de inmediato una actividad inusitada de empleados y policías registrando papeleras y rincones en busca de los aparatos, de los que no encontraron una sola pista…
El autor, no obstante, debía estar cerca. Por la tarde, una empleada de limpieza dio con el teléfono, abandonado en una papelera, en un servicio cercano a los ascensores, que ya había sido registrada por la mañana. El ordenador no apareció.
Curiosamente, la alcaldesa Luquero no logró tranquilizar al personal, ya que cuando se le contó el asunto cayó en la cuenta de que hacía días que no veía su propia tablet, aunque reconoció que no tenía claro si pudo haberla perdido sin más o si habría sido sustraída. (Luquero no es una usuaria demasiado activa de las nuevas tecnologías, así qué, la tablet no es un elemento indispensable en su día a día, según explican en su entorno).
El revuelo no repercutió directamente demasiado a los empleados municipales, salvo a un reducido grupo de ellos, cuyas mochilas o bolsas fueron revisadas por policías locales, casi en la puerta de salida a la calle, un hecho que motivó quejas formales de algunos afectados.
La Policía Judicial también fue avisada y tras realizar algunas pesquisas dedicaron la mayor parte de su tiempo a la búsqueda de huellas digitales u otras evidencias en la sala de Santos Sanz, unas pruebas de las que se desconocen los resultados.
La sala de Santos Sanz, donde se habría producido el robo, es un espacio abuhardillado en la tercera planta del edificio consistorial, en la que también están las dependencias de Personal, los despachos de los grupos municipales y el acceso a las gradas del salón de Plenos, además de una máquina de café y otra de comida con cierto uso por parte del personal de la casa.
El despacho tiene un solo acceso y la edil afectada aseguró que había cerrado con llave la puerta, que sin embargo no presentaba evidencias de haber sido forzada de ninguna manera. Además de las copias de las llaves que usan las ediles que ocupan la dependencia, el número existente es reducido, si bien es cierto que existen llaves maestras en uso que pueden franquear el acceso a prácticamente cualquier dependencia de la Casa.
El ayuntamiento ha eludido hasta ahora hacer público el suceso del 26 de junio.
13 agosto, 2014
Pues descartado el pintor ‘Santosanz’, seguro que no ha sido, digo? 😉
14 agosto, 2014
Que noticia tan interesante , y de rabiosa actualidad….
15 agosto, 2014
¡hombre! Pero si ya ha venido. Pensé que no lo haría nunca. Lo bueno de leer es que uno aprende cosas y de gentes. Bienvenido, hombre, bienvenido.