Mogollón en las calles de Segovia, hoteles llenos, imposible aparcar, turnos dobles en restaurantes, verbenas en San Cristóbal y garbanzos en Labajos. Propiciadas por el “veroño” y el fin (o casi) de las restricciones, la provincia volvió a registrar uno de aquellos puentes de los de “antes”. Con hoteles sin habitaciones libres y un 90% de ocupación media en el sector, incluyendo la rural, según explican en Hotuse. Para la ocasión, el Ayuntamiento incrementó la señalética de restricción de la movilidad para vehículos
Ya era hora. Turismo familiar, grupos de amigos… Un día más Segovia fue la excusa para que unos visitantes, eminentemente nacionales, hicieran por verse y estar juntos, algo que el covid dejó de convertir en cotidiano.
También en la provincia se aprovecha el puente para los últimos festejos antes de los fríos. En Labajos, sobre medio millar de personas se han congregado para degustar el típico cocido, naturalmente con garbanzo lugareño. Obró de padrino el Garbanzo de Oro de la añada, el olímpico Javier Guerra, además con merecimiento, no en vano el atleta explicaba que el garbanzo es “un súper alimento, y lo tengo incluido en mi dieta tres o cuatro veces a la semana porque es rico en proteína, hidratos de carbono y fibra, algo fundamental para los deportistas”. El Garbanzo de Labajos fue reconocido como Marca Colectiva en el año 2020, lo que garantiza su calidad de manera oficial, fraguada en más de 400 años de cultivo en el pueblo.
Y animación y mucha juventud en las tradicionales fiestas del Rosario de San Cristóbal, recuperando las verbenas y las comidas populares. Empieza así un puente que enlaza con la festividad del Pilar, fiesta nacional, y con lunes festivo en las escuelas.
Sobre estas líneas, fiestas en San Cristóbal. Arriba, imágenes de las calles de Segovia. Javier Guerra recibe el “Garbanzo de oro” en Labajos.
Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.
10 octubre, 2021
Felicidades a los de Labajos.
10 octubre, 2021
Pensar que el turismo que recibe Segovia en un puente es un éxito, es la demostración de la inexistencia de una estrategia turística de negocio sostenible y duradera. Se vuelve a pensar en el beneficio a corto plazo y no en afianzar una industria que permitiría estabilidad durante todo el año.