La Policía Nacional busca a un joven como autor de una falsa amenaza de bomba. Sobre las 14:00 la comisaría de Segovia recibía una llamada, “un individuo joven informando de la colocación de un artefacto explosivo en un punto indeterminado del parking de Padre Claret“, explican fuentes de la policía segoviana. De buen principio se sospechó que algún desaprensivo, aprovechando la alarma social existente tras los atentados yihadistas de Cataluña y el espectacular incendio en Valsaín, trataba de sembrar el miedo y azuzar el clima de tensión imperante. Siguiendo los protocolos establecidos, se procedió a revisar el párking con la colaboración de la Policía Local. Fue una revisión ocular, impidiendo el acceso de vehículos, controlando los vehículos que salían y revisando los vehículos estacionados en el aparcamiento. Asimismo también se revisó el párking del Eurostars Acueducto. Al no percibirse nada extraño, a las 16:00 se levantó el operativo y se volvió a la normalidad. En ningún momento se cortaron los accesos al tráfico por Padre Claret, según señalan las mismas fuentes, aunque se intentó desviar el tráfico lo máximo posible por Avenida Roma para facilitar la acción policial. Eso sí, la presencia de vehículos policiales en la céntrica calle segoviana suscitó la alarma entre los vecinos que, como es habitual en estos casos, saltó rápidamente a las redes sociales. Al impacto de la noticia también contribuyó la presencia de la alcaldesa, Clara Luquero, que quiso conocer los detalles de la actuación sobre el terreno.
La “broma” puede salir cara. El código penal establece sanciones de entre siete meses y un año de prisión por falsas amenazas de este tipo, además de asumir el lucro cesante o dispendios que se derivasen de los operativos de búsqueda. Por otro lado, las tecnologías informáticas facilitan una rápida detección de los autores de estos delitos, razón por la cual han descendido drásticamente en los últimos años estos lamentables episodios. Es fácil pillarlos.
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