No hace ni una semana Mariano Rajoy celebraba la supuesta buena dirección del país y prometía inminentes bajadas de impuestos. Ayer, miles de Autónomos pudieron comprobarlo. A traición, a partir de un decreto adicional de acompañamiento a los Presupuestos, se ha aplicado un incremento de 52 euros, un 20% más sobre la cuota mínima que pagaban los Autónomos al cargo de empresas societarias y/o con más de 10 trabajadores. La única excepción son aquellos autónomos en el primer año de actividad, a los que se les aplicado un incremento del 2%, cinco euros más y 1,7 puntos por encima del IPC. Total, de pagar 262 al mes, se ha pasado a tributar 314€.
Una verdadera burla. Facebook ardía: “El nulo crédito que tuviera este hombre acaba de evaporarse”, “no me lo puedo creer”, eran algunos de los desalentadores comentarios “publicables” (los impublicables, ya se lo imaginan).
¿Qué ha pasado? La explicación puede encontrarse en este Real Decreto-ley 16/2013, de 20 de diciembre, de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores. Allí, con lo que se dice “un par”, se sueltan prendas tal que: “Para impulsar este crecimiento del empleo previsto es preciso introducir un conjunto de ajustes menores en la normativa laboral cuyo hilo conductor es potenciar la contratación estable y la empleabilidad de los trabajadores”. A tal fin, y en resumidas cuentas, se viene a incrementar la fiscalidad a las empresas con cuestiones ya conocidas como la cotización por vales de comida y pagos en especie, y una soprendente “disposición adicional segunda” (introducida a gañote en el proceso de depuración final, ya en febrero), que encarece los Autónomos de titulares de sociedades y de empresas de más de 10 trabajadores. Vale la pena leer la razón: “Las disposiciones adicional segunda y final tercera de este real decreto-ley, que regulan y modifican, respectivamente, la cuantía de la base mínima de cotización para determinados trabajadores autónomos y el artículo 109 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, respectivamente, obedecen a la necesidad de adoptar medidas urgentes con el objetivo de conseguir la sostenibilidad en el sistema de la Seguridad Social”. Parece una tomadura de pelo pero no lo es.
Técnicamente, lo que se ha hecho es aumentar la cuota de cotización a 1.051,50 euros frente a los 875,70 euros del resto de autónomos en 2014. Aplicados los porcentajes de pago a la SS, salen los dichos 314 euros al mes, frente a los 262 que se venían pagando.
Por otro lado, y tal como informaba Acueducto2, de rotundo fracaso cabe calificar la pretendida suavización de la fiscalidad facilitando el pago del IVA en funció del cobro (y no de la mera emisión de factura). Una medida, como tantas del Gobierno, vendida como la gran cosa y que ha quedado en nada, por la dificultad práctica de aplicación.
Así que amigo Autónomo, ya sabe lo que toca, a seguir pagando… más.
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