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Segovia se replantea su sanidad por el incremento de enfermos crónicos

cronicosdestacadoJose Manuel Vicente llegó a Segovia en abril de 2014, en calidad de gerente del área integrada de Primaria y Especializada. Como su cargo indica, su misión era coordinar mediante una jefatura única los mundos hospitalario y de atención primaria, para entendernos, el hospital y los ambulatorios. Durante este casi un año buena parte de su trabajo ha sido redactar, juntamente con 40 profesionales del sector, un plan estratégico, o dicho en cristiano, sentar unas pautas de cara a la mejora organizativa de la sanidad en Segovia.

El 20 de febrero, y acompañado del delegado de la Junta, Javier López Escobar, Vicente presentó las grandes líneas de este plan de 25 puntos y a desarrollar en cinco años y que podemos sintetizar en dos grandes misiones.

Organizar mejor

Por un lado la integración asistencial en la prestación del servicio. Seguramente, cualquier usuario de sanidad sabe que, en líneas generales, la calidad de la sanidad pública de la región es buena (especialmente comparada con otros países o incluso autonomías), pero adolece de cierta descoordinación. Por ejemplo en la programación de pruebas, a veces tardías, a veces repetitivas y las más desquiciantemente mal programadas. Te toca subir un día para una prueba y al cabo de dos días te citan en el despacho de al lado. Se moviliza una ambulancia para llevar a un abuelo a Valladolid y allí debe ingresar una noche por estar mal agendadas las visitas. Por ejemplo en la falta de diálogo con los servicios sociales, que obligan al enfermo o familia a un deambular burocrático. Es lo que Vicente llamó “disrrupciones en la integración del servicio asistencial” y una de las grandes áreas donde incidir si realmente el “plan estratégico a cinco años”, presentado el viernes, no quiere quedar en agua de borrajas.

López Escobar y Josá Manuel Vicente, en rueda de prensa en el CS de San Lorenzo.

López Escobar y Josá Manuel Vicente, en rueda de prensa en el CS de San Lorenzo.

El “cáncer” de los crónicos

El problema es que nadie se puede permitir que queda en agua de borrajas. Estas “disrrupciones” llegan a su más preocupante disfunción cuando hablamos de enfermedades crónicas. “Nuestro sistema ha tenido mucho éxito en el abordaje de las patalogías agudas, eso hace que muchas de ellas pasen a crónicas. Un buen ejemplo es el VIH2“, explicó Vicente. Pero en el éxito, el fracaso. Según datos aportados por Vicente, el tratamiento de enfermedades crónicas requiere anualmente en España la friolera de 66.000 millones de euros, se calcula que un 70% del gasto sanitario, el 80% de las consultas y el 60% de los ingresos hospitalarios, va al tratamiento de 19 millones de enfermos crónicos diagnosticados (¡algo menos de la mitad de la población!), 3,5 millones de bajas por invalidez derivadas de afecciones crónicas. Y lo que viene es peor. A resultas de la mejora de la sanidad, el envejecimiento demográfico, y con él, el incremento de enfermedades crónicas, las proyecciones para los próximos años auguran que el gasto subirá como la espuma: hasta los 100.000M€ (el 10% del PIB) puede dispararse el coste de las enfermedades crónicas. “Si no se reorienta, esto va a la quiebra”, manifestó tajante Vicente.

Para atajar estos dos “cánceres” de la sanidad se han desarrollado las 25 líneas de actuación con 150 propuestas, todas elaboradas en diálogo por 40 profesionales. Inciden en aspectos como avanzar en la asistencia remota, formar al enfermo y familia, evitar el sobrediagnóstico y sobretratamiento. Crear la figura de la enfermera y médico de continuidad, con una relación mucho más personal con el ambiente del enfermo y en coordinación con los servicios sociales. Y una y otra vez, integrar servicios, coordinar, organizar todos los ámbitos sanitarios.

El problema es serio, y más en demarcaciones envejecidas y con la población aislada como Segovia.

Evaluar a los médicos y enfermeros

El documento incide también en medidas de calado más administrativo y que se antojan difíciles de llevar a cabo. Por ejemplo, la controvertida implantación de unidades de gestión clínica, en la línea de desjerarquizar y tranversalizar la gestión hospitalaria. O, más complicado si cabe, la evaluación -y vinculación a ella de objetivos- de desempeños y capacidades. Dicho de otra manera, mecansimos de evaluación de la calidad profesional del personal, a través de evaluaciones internas y externas. Son experiencias escasamente llevadas a la práctica en España, sin apenas precedentes, y que en los sectores públicos donde se han intentado implantar -universidad, por ejemplo- han quedado en más burocracia, más gasto y permanente mal rollo entre la dirección y la base. A veces, es peor el remedio que la enfermedad.

 

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Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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