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Segovia: ¿Preparados para el Ébola?

¿Preparados para el Ébola? Partiendo de la base de que el riesgo cero no existe, la verdad es que no está claro. Lo que sí está claro es que gracias al contagio de la enfermera de La Paz el sector se está poniendo las pilas.

Lleno al completo en el Colegio de Médicos de Segovia y sesión de debate retransmitida en streaming para otras sedes colegiales. Y es que quiso la casualidad que la entidad segoviana programase la sesión precisamente para el día después del primer contagio mundial del virus Ébola (EVE) fuera de África.

EvolaEn primer lugar, el microbiólogo Santiago García Carbajosa explicó quién es el Ébola.

Hay que remontarse a 1976. El río Ébola es un afluente del Congo, en la República del Congo lindando con la zona de los grandes lagos. La selva. Allí habitan grandes murciélagos frutifagos, el reservorio del virus. Los murciélagos son inmunes pero un día el EVE saltó a los primates superiores (chimpacés y gorilas, de estos últimos se calcula que han perecido sobre 5.000) con devastadores efectos. De ahí al hombre, con resultados igualmente letales. “La media de mortandad en los humanos infectados es del 79%, oscila entre el 40 y el 92%. No hay tratamiento y es altamente contagioso”, explicó García Carbajosa. Para dar una idea de su capacidad infectiva, otro dato. Al objeto de estudiar el origen de la actual epidemia, declarada en Liberia el 23 marzo de 2014 la OMS movilizó a 60 investigadores, 5 murieron. Gracias a eso se sabe que la actual epidemia ha tenido dos brotes, uno, el más leve, en Zaire, el otro en Liberia. Si eso pasa en un laboratorio, imaginen en ciudades caóticas como Lagos o Monrovia, o en aldeas remotas con una precaria red sanitaria donde el primer consejo que te dan es que no vayas al hospital. En agosto la OMS consignaba sobre 1.500 muertes confirmadas por EVE. A 6 de octubre la lista asciende ya 3.381.

Cómo mata el Ébola

Una vez en el cuerpo, el virus tiene una fase de latencia de entre 2 y 21 días. En este lapso el infectado no es contagioso, igualmente se ha detectado que un 17% de los infectados no desarrolla la sintomatología. Pero el resto sí, que empieza con fiebre alta, diarreas, vómitos, cefaleas y estrechamiento de las vías respiratorias; una especie de gripe violenta. El problema es que el virus se ceba en el sistema inmunitario, y en las plaquetas. Sin capacidad de coagulación empiezan a proliferar las hemorragias internas, causa de los moratones en la piel. Al final, en un plazo de unos 40 días desde la aparición de lo síntomas llegan los fallos mutiorgánicos o el fallecimiento por insuficiencia de caudal sanguíneo.

De izquierda a derecha, José Luis Gómez de Montes, García Carbajosa, Enrique Guilabert (presidente del CMS), Jorge Elízaga y Belén Cantón.

De izquierda a derecha, José Luis Gómez de Montes, García Carbajosa, Enrique Guilabert (presidente del CMS), Jorge Elízaga y Belén Cantón.

“No hay estadística sobre como se comportaría en España. Hemos de considerar que aunque el virus no tiene un tratamiento, en una sanidad avanzada podemos afrontar mucho mejor los efectos colaterales”, señaló Jorge Elízaga, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital General.

Sobre cómo se contagia habló la epidemióloga Belén Cantón.
Básicamente, y esta es la primera buena noticia, el filovirus solo se contagia por el contacto directo con el infectado en fase sintomática, es decir, cuando ya han aparecido los efectos de la enfermedad. No va por el aire, como la gripe, se precisa contacto directo con fluidos del enfermo (semen, sudor, orin, mucosa). Eso sí, y esta es la mala noticia, a la mínima te infecta. Nuestro cuerpo no ha desarrollado armas contra semejante cabrón.

La segunda buena noticia es que el Ébola es muy sensible al jabón y a la esterilización por calor, y sobre todo, a las defensas de barrera. En otras palabras, estamos ante una epidemia que es contenible y para cuyo combate es del todo vital que el sector sanitario, la primera línea de defensa, sepa protegerse convenientemente y saber actuar minimizando errores.

Protocolos contra el Ébola

Ahora bien. ¿Son adecuadas las defensas y protocolos habilitados contra el Ébola? El contagio, pese a todo, de la enfermera madrileña Teresa R.R. indica a las claras o bien que son insuficientes o bien que hay que mejorar sustancialmente la aplicación de los mismos.

En teoría, parar el Ébola en un entorno bien medicalizado como el primer mundo no debería ser complicado. El infectado solo se convierte en propagador cuando empieza a sentir los síntomas, y su capacidad de transmisión es proporcional al avance de la enfermedad (llega a su máxima transmisibilidad en los cuerpos muertos). Así que los expertos abogan por afinar los mecanismos de detección inicial, formar convenientemente a los equipos y aplicar estrictamente los protocolos.

De momento la cosa no es muy complicada. Supongan que se presenta un enfermo al servicio de urgencias de Segovia con el cuadro de fiebre alta, cefaléa, diarrea… A esta sintomatología hay que añadir un factor epidemiológico, que de momento es bien fácil. ¿Ha estado el paciente en Liberia, Guinea, Sierra Leona, distrito de Lagos (Nigeria) o Provincia de Ecuador (Zaire)? En caso afirmativo se pone en marcha el protocolo.

En primer lugar, mascarilla para el paciente y aislamiento. Todo lo que toque debe ir al contenedor de residuos peligrosos. Se asigna un enfermero que, provisto del equipo de protección integral -del gorro a los zapatos, gafas, bata impermeable y doble guante- será el único que atienda al enfermo. Entre tanto, la zona de triaje se desplaza provisionalmente a otra sala. Se avisa al hospital de referencia al que finalmente será trasladado el enfermo (en el caso de Segovia, el Río Ortega de Valladolid). Finalmente, extremar el celo en la gestión de los residuos.

Activado el protocolo en Segovia

A mediados de agosto en Segovia, y según explica el jefe de Urgencias del Hospital General, José Luis Gómez de Montes, se activó el protocolo (que entonces no era tan extremo como lo es ahora). Al final resultó ser un caso de paludismo. Fue una prueba de fuego. La única hasta la fecha.

Pero surgen las dudas. ¿Son los equipos de protección realmente invulnerables? No está claro. Para el microbiólogo García Carbajosa, no. “El virus es permeable, penetra cualquier superficie de algodón o tejido que no sea permeable”, dice. Se precisan equipos de alta seguridad y, sobre todo, una praxis muy estricta a la hora de “ponerse la coraza”. Algo que en urgencias tratan de contrarrestar con prácticas y formación del personal.

Más dudas. ¿Qué pasa si el afectado llega a un ambulatorio? ¿Están dotados los CAPS de recursos para proceder como manda el protocolo?

Gráfico sobre la capacidad infectiva del virus en función del fluido de contacto y los días de progresión de la infección.

Gráfico sobre la capacidad infectiva del virus en función del fluido de contacto y los días de progresión de la infección.

En cualquier caso, y aquí es donde reside otro de los frentes de lucha primordiales, hay que consignar lo antes posible a todos aquellos que hayan tenido un contacto directo con el enfermo. Como sea que el virus no se transmite por el aire, “solo” serán personas de “alto riesgo” quienes hayan tenido contacto directo con el virus (mantenido relaciones sexuales, dormido en sus mismas sábanas, mantenido un contacto corporal o se hayan expuestos a miasmas y afines). Durante 21 días deberán estar bajo control sanitario, medirse la temperatura y al menor síntoma ingresar en el hospital de referencia.

Pero todo este manual de actuación se basa en el hecho de que, hasta hoy, el origen de la epidemia estaba claramente restringido a un territorio concreto que facilitaba la exclusión de sospechosos. Los médicos no quieren ni imaginarse qué pasaría si se descontrola la epidemia en múltiples focos. Un escenario de película de terror, que felizmente, está aún lejos.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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