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Residencias desesperadas ante la falta de tests y equipos

La residencia de Caritas en El Sotillo (La Lastrilla, Segovia) lanzaba el 27 de marzo todo un SOS en forma de comunicado. De 20 trabajadores con que contaba antes del estallido de la epidemia, hay 17 de baja. Las vacantes se van cubriendo “salvo en lo que toca a personal sanitario, esto es hoy por hoy imposible”, explica el director, Pablo de Vega. Falta oxígeno para los internos y  material de protección, según explica De Vega “el poco que hay procede de donaciones de campañas solidarias”. La situación es tan crítica que el centro ha lanzando un ultimátum, o se les facilitan pruebas de detección del COVID19, o que las autoridades sanitarias vayan a por los internos. Incluso la dirección del Sotillo reclama que venga la UME a desinfectarle las instalaciones.

En la residencia del Sotillo hay 108 internos. Fuentes de las familias de los internos explican que en los últimos días se han registrado tres fallecimientos, que vinculan al coronavirus. Oficialmente, sin embargo, y según explica De Vega, no hay constancia de infecciones.  La media mensual de fallecimientos es de entre 7 a 8 al mes, “este mes llevamos 7, o sea que estamos en la media”, explica el director.

Este “no hay constancia” refiere al verdadero talón de Aquiles de todos los 54 centros residenciales (2.900 plazas) de la provincia de Segovia y de España en general. Lo cierto es que no hay tests para la confirmación de contagios y los síntomas del COVID19 no difieren del día a día de una residencia de la tercera edad: fiebres, insuficiencias respiratorias… En su ausencia, hay que proceder con los protocolos por defecto: Baja temporal de los trabajadores sospechosos, aislamiento de aquellos internos que presentan el menor síntoma, dotación de equipos EPIs para el personal, incremento de las labores de esterilización… Esto, aunado a la enorme burbuja especulativa y desabastecimiento de los mercados,  dispara las necesidades de personal y los costes; llena de incertidumbre a familiares, trabajadores e internos. “¿Hay foco de infección en la residencia de mi padre?” No se puede responder con certeza  a esta pregunta.

A la espera de los tests

Y lo cierto es que la incertidumbre va para largo. Fuentes de la Junta reconocen que están a la espera de los 5 millones de tests anunciados por el Gobierno. Entre tanto esto es el sálvese quién pueda.  “Para hacerse una idea, esta mañana hemos tenido que pedir al hospital de Salamanca 150 tests para el hospital de Segovia, el martes nos llegaron 300. Todas las residencias están igual”, explican fuentes oficiales de la Junta. El resto de material escasea igualmente. “Esta es una situación excepcional, y todos tenemos urgencias, tenemos que repartir lo que hay entre todos”, señalan.

Pero sin tests no hay certidumbres, sin certezas hay que actuar por defecto en un momento en el que el sistema sanitario y asistencial está al borde del agotamiento. Desde la Junta llaman a la residencia del Sotillo a contactar con el CAP de referencia, Segovia 3, que a su vez debe atender a residencias en Abades, Santa María, Turégano… La consejería de Familia ha contactado con el centro para que les remita listas de personal y situación de los internos.

Falta de previsión

Es evidente que la presente crisis ha cogido con las defensas caídas a las administraciones y también a la residencias, privadas en su mayoría. Las expectativas de stocks de lo más básico (mascarillas, EPIs, desinfectantes), si las hubo, no han aguantado ni los primeros embates de un virus que viene avisando desde finales de enero. Las residencias piden ahora, desesperadamente como en el caso de El Sotillo, que el Estado les facilite un material que apenas se encuentra, y bien caro, en unos mercados igualmente faltos de previsión y capacidad de reacción. Por pedir, hasta reclaman que venga la UME a desinfectar.

Material distribuido desde la delegación de Segovia, ayer. A 26 de marzo, la Junta informa que se han distribuido en hospitales, residencias, y ayuntamiento de las región un total acumyulado 863.893 mascarillas, 1.599.855 guantes, 394.969 calzas, 47.250 batas o 27.687 buzos.

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Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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4 Comments

    • Hala! ‘calimocha’ descansa un poco y deja de pepear un rato. Que te tenemos calado y ya habrá tiempo de votar.

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      • A ti sí que te tenemos pispado!!! Ni con la que hay montada vais a abrir los ojos, vaya panda de ineptos e incompetentes!! Que lastima que puedan existir residuos así…

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