Con los juegos de agua en los jardines del palacio de La Granja y una verbena de la Huella concluían los festejos de San Luis, en La Granja. Unos 5.000 participantes, previa entrada controlada, pudieron disfrutar del palaciego chapuzón, en una edición marcada por la sequía que obliga a reducir la presión de los chorros.
Fiestas tórridas, muy participativas que a lo largo de una semana se han convertido en el eje del entretenimiento del alfoz segoviano. Pero la fiesta sigue en Sepúlveda y el domingo empieza el primer encierro en Cuéllar, colofón de las fiestas veraniegas segovianas.


















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