Gallego, que permanece en prisión, será juzgado por la Audiencia de Madrid desde el próximo 3 de octubre por las acusaciones de secuestro y dos agresiones sexuales reiteradas consumadas en Segovia los días 19 de febrero y 14 de abril de 2017 y dos intentos frustrados más en diciembre de 2016 y abril de 2017.
El “violador del ascensor” abordaba a las mujeres en la zona norte de Madrid y las trasladaba a la fuerza a su domicilio de la calle Dámaso Alonso, en Segovia, para agredirlas sexualmente durante horas antes de dejarlas de nuevo cerca de donde las había secuestrado, no sin antes lavar concienzudamente sus cuerpos para evitar dejar rastros que pudieran incriminarle.
Ese fue el caso de una mujer a la que secuestró en las inmediaciones del Hospital madrileño de La Paz, el 19 de febrero de 2017, trasladándola en su coche maniatada y con la cabeza tapada hasta Segovia donde la agredió sexualmente al menos en cinco ocasiones, de acuerdo con el escrito de la Fiscalía. Similar fue su actuación el 14 de abril del mismo año, cuando encañonó con una pistola a otra mujer a la que introdujo a empujones en su coche y maniatada y con los ojos tapados, la trasladó a su casa segoviana, no sin antes llevar a cabo su primera agresión en una gasolinera de Las Rozas (Madrid). Ya en Segovia, violó a su víctima varias veces durante horas antes de dejarla en libertad de nuevo en Madrid.
Los cargos contra el depredador sexual se amplían con dos intentos frustrados con otras dos mujeres en la misma zona y en el mismo periodo.
Se da la circunstancia de que Pedro Luis Gallego es un violador reincidente que ya había sido condenado a 273 años de prisión por los asesinatos de Leticia Lebrato, de 17 años y Marta Obregón, de 19 años y 18 agresiones sexuales, aunque fue puesto en libertad en 2013, nueve años antes de lo que le correspondería, gracias a la derogación de la doctrina Parot. Su detención, coincidente en el tiempo con la de otros tres violadores reincidentes liberados también “antes de tiempo” gracias a la derogación de la doctrina Parot reabrió la polémica, aún viva hoy día en la sociedad española, sobre la prisión permanente revisable para este tipo de delincuentes.
Una vida ‘normal’ entre policías y familias
La policía nacional investigó durante seis meses las denuncias de agresiones sexuales que se estaban produciendo en la zona Norte de Madrid hasta localizar a Gallego en el domicilio del número 16 de la calle Dámaso Alonso de Segovia donde residía con una pareja que desconocía su actividad como delincuente y mantenía una vida aparentemente normal, tanto que los vecinos del bloque de viviendas, donde viven familias con niños e incluso residían entonces miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, se vieron sorprendidos al conocer el cruel historial de fechorías cometidas por la persona con la que compartían edificio.
9 junio, 2019
LA DEROGACIÓN DE LA DOCTRINA PAROT TODO UN “ÉXITO”.
Señores, sigan ustedes creyendo en la reinserción de estos delincuentes hasta que les toque de cerca y de lleno.
Para muestra varios botones:
El asesino de DIANA QUER.
El asesino de LAURA LUELMO.
Y este asesino y violador reincidente que estaba en libertad por obra y gracia de aquella derogación.
9 junio, 2019
Prisión permanente no revisable para estos casos.
Menos buenismo y màs justicia es lo que hace falta.