Perogordo, el Montecarlo de la delincuencia

Posted By Redacción on 6, Ago, 2014

A la izquieda, imagen de Jenaro de la página de Gowex. A la derecha, el auditor, Díaz Villanueva.

Siguiendo los pasos del expresidente Balear, Jaume Matas, el auditor de la firma M&A José Antonio Díaz Villanueva, implicado en la macro estafa de Redes Wifi Gowex, ingresó ayer en la prisión de Segovia tras no poder depositar la fianza de 200.000€ impuesta por el juez Antonio Romeral, que investiga el fraude protagonizado por esta empresa y su CEO, Jenaro García.

Gowex era una de las empresas tecnológicas españolas más admiradas. Tenía contratos para implantar wifi en ciudades como Madrid o Nueva York. En 2012 presentó unos ingresos de 182 millones (cuentas auditadas por el ahora preso segoviano). Al año siguiente su valor calculado en bolsa ascendía a 1.500 millones. Pero había un problema, los ingresos eran de mentirijilla, falsificaciones. El pastel se descubrió en julio de 2014, a resultas de informaciones publicadas por un portal especializado. Jenaro, a diferencia de su auditor, si aportó los 600.ooo€ que le pedían de finanza. José Antonio afirma no disponer de los 200.000 para hacer lo propio, por lo que se ha ordenado su ingreso en la cárcel; la fiscalía sospecha que Gowex podría acumular en paraísos fiscales 9 millones de euros, entre otros, créditos concedidos por el ICO en tiempos en que Gowex pasaba por ser una empresa modélica.

Tal como informó acueducto2.com, el atractivo de la cárcel de Segovia reside en su escasa masificación y la consecuente rapidez en la tramitación del tercer grado. En el caso de Díaz Villanueva, además, resulta que el supuesto auditor tiene una vivienda en Torrecaballeros. Al menos en la localidad segoviana le buscaba la Guardia Civil en las horas posteriores a la caída de Gowex.

Ya solo falta Urdangarín y su socio Diego Torres para que Perogordo se convierta en una cárcel VIP, o visto desde otro lado, en una impresionante escuela de “negocios” para aspirantes a corrupción, falseo de contabilidades e ingeniería financiera en paraísos fiscales. Desde luego, los docentes serían de solvencia contrastada.