Posted By Redacción on 22, May, 2014

Normalmente en las amplias naves de Viveros Campiñas, de Chañe, trabajan las máquinas de lavar y empaquetar hortalizas: patatas, zanahorias, puerros… En invierno, cientos de rumanas colman las naves para la temporada del fresón. Eso normalmente. Ayer, la nave era un escenario a la medida de Juan Vicente Herrera para el mitin central del PP en Segovia. Desde el PP se había tocado a generala, “no se puede faltar al mitin central”, explicaba un senador. Un mitin con toda la presencia de alcaldes segovianos, concejales diputados en cortes, provinciales, nacionales; el aparato en pleno, militantes de toda la vida, sin faltar un autobús fletado desde la capital ni personajes pintorescos. Más de 400 militantes.

“Los de Olombrada, pa dentro”, bromeaban los vecinos del Carracillo. Ambiente informal marcadamente rural. Llega Herrera. Breve recorrido por las instalaciones, paseíllo triunfal y las fotos. El presidente toma asiento junto a la consejera Clemente, Francisco Vázquez (en funciones de anfitrión) y Pilar del Olmo, se afloja la corbata y suelta: “vamos Dioni, arranca” (Dionisio García, alcalde de Chañe). El presidente de la Junta jugaba en casa.

Y Dioni arranca, con una ideal descripción del Carracillo. “Es tierra de alimentos de Segovia y es tierra de sabor… “(olés entre el respetable) para, aprovechando que el Pisuerga pasa hoy por Chañe,  reinvindicar la necesidad de terminar la recarga del Carracillo, vital del todo punto para el futuro de la zona. Muy atinado, el Dioni.

Continuó el presidente de la Diputación, que recordó la trágica muerte de su colega en León, Pilar Carrasco. Al igual que en los demás parlamentos, Francisco Vázquez desgranó el mantra de la “herencia recibida” confrontándola con la gestión de Rajoy y Herrera. “Me complace decir aquí que a fecha de hoy en Segovia hay menos parados que en diciembre de 2012, cuando nos lo dejó Zapatero”. El PP gusta de verse como la laboriosa hormiga que granito a granito va haciendo granero, frente a la “cigarra” socialista y juerguista generedora de paro y deuda.

En un día así la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, a lucirse. Contrapuso con abundante manejo de datos la política agraria de Zapatero y la del PP. Diez minutos de datos presupuestarios y balances, PAC arriba PAC abajo. Un discurso que solo puede resultar electoral en una nave de zanahorias y ante un auditorio que cada año se la juega en las negociaciones de los cupos. Naturalmente, quedó claro lo bien que lo hace todo el PP y lo mal que lo hizo Zapatero, con especial mención a la agricultura y a la negociación europea, encauzada gracias al genio y talento del candidato Cañete. Clemente recogió el guante lanzado por el Dioni, comprometiéndose a bregar ante el gobierno central y Europa para terminar la dichosa recarga del acuífero. 

“Para nosotros está siendo una campaña rara y complicada. El asesinato de Pilar Carrasco desmontó el planning previsto, siete días de impasse entre los tres días de luto y el imprevisto mitin de Rajoy en Valladolid como acto central, que nos obligó a modificar todas las agendas. En las capitales la asistencia a los mitines ha sido floja y pensamos que el mitin de Segovia sería más exitoso si le dábamos un caracter rural”, explicaba un responsable del partido. De ahí que en Segovia se decidiera organizar el acto central en una nave industrial en el corazón del nervio económico segoviano y feudo absoluto del PP. Nave decorada para la ocasión a base de cajas industriales, luces azules y austeras banderolas del PP. Un escenario futurista y poco común para una campaña. Todo lo cual en pleno Carracillo, donde se produce el 50% de la producción de horticultura de la región. Donde el paro es relativamente tolerable y, a diferencia de la capital, sí puede hablarse de una cierta recuperación.

No hay que olvidar que en actos así cobra más sentido que nunca la máxima de McLuhan, el medio es el mensaje. Nave a rebosar, escenario de lujo y un auditorio numeroso y entregado. Es la manera que el aparato provincial tiene de decirle al Gran Jefe: estamos en forma. Visto así, todo salió a pedir de boca. Una vez más, resulta más informativo saber quién no está (clamorosa ausencia de Jesús Postigo) que quien está.

Y el mensaje de Herrera,  un tanto deslabazado, propio de un líder que prepara su retiro. El presidente empezó en plan campechano. “Pájaro, como se nota que te han mejorado la renta agraria”… (bromas a expensas del alcalde de Chatún)….  Lanzó flores al PP segoviano: “vais a aportar al granero de votos del PP… un gran triunfo en Segovia que permita que Castilla y León contribuya al triunfo en España”… Flores también para la consejera local:  “Silvia podría ser comisaria de agricultura, está preparadísima, podría ser una estupenda ministra, no sabéis la suerte que tengo de tener a Silvia Clemente como consejera de Agricultura…”.  Y a partir de aquí un repaso a los tropos. Quizá donde más brilló Herrera fue al abordar el tema de Unión Europea, cuyo nacimiento -recordó- tiene mucho que ver con la necesidad de superar los nacionalismos estrechos de miras, los patrioterismos, que justo ahora amenazan con volver, en nada velada alusión al separatismo catalán.

Y para concluir, gran baño de multitudes. Herrera con la señora friki de Olombrada de pelo de colores y pantalones con la bandera americana; selfies con militantes, con Venancio, el de los ajos,  y Natalio el patatero. Abrazos fraternales con ediles de Codorniz, Cantalejo, Coca, El Espinar, Nava, La Losa, Palazuelos… Herrera con niño y con cuñada, con la abuela y con la suegra,  votantes consuetudinarios del PP semper fidelis, y de fondo, esa penetrante melodía, ta-ta ta-ta, ta-tata-ta-ta….

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