Posted By Opinion on 13, Abr, 2016

Han pasado 113 días desde que los españoles votamos el 20 de Diciembre en las elecciones generales. Y desde entonces hasta ahora hemos asistido, con mayor o menor perplejidad, a un decepcionante espectáculo. Si nada cambia en estos quince días, como parece hoy, nos vemos abocados a otras elecciones generales el 26 de Junio. Creo que es importante que cada uno asuma la parte de responsabilidad que ha tenido durante todos estos meses, en los que se está haciendo peligrar la recuperación económica de España debido a la inestabilidad e inseguridad generada; y en la apatía y hastío que se ha generado en la ciudadanía, que ven impávidos como sus representantes políticos no cumplen con el mandato que les dieron, que no es otro que formar Gobierno.

Creo que todos nos acordamos de aquella conversación en Bruselas el 18 de febrero, publicada en todos los medios, entre el Presidente Rajoy y el Presidente Cameron, cuando el primero le comentaba, “lo más probable es que haya elecciones el 26 de junio en España”. Antes incluso de que tuviera lugar la Sesión de Investidura. Y esto no era una predicción, era sencillamente sentido común, la constatación de una realidad. Sólo se puede formar Gobierno si hay un pacto entre PP y PSOE, un Gobierno fuerte, estable, seguro, que genere confianza y capaz de afrontar todas las reformas que necesita España, entre los dos principales partidos constitucionalistas. Pacto o gran coalición, al que podría sumarse Ciudadanos, si quisiera, aunque no son necesarios.

Y esto, que ofreció Mariano Rajoy el día siguiente de las elecciones, y que podía haberse hecho antes de finalizar el año, sin embargo fue inexplicablemente, irresponsablemente vetado, bloqueando así, no a un partido, el PP o a un Presidente, Mariano Rajoy, sino a España y a su recuperación.

El principal protagonista de este espectáculo es el líder actual del Partido Socialista, el señor Sánchez. Él es el principal causante de esta pérdida de tiempo y el único responsable de que se repitan las elecciones. Ha pretendido ser Presidente del Gobierno quien no ha ganado las elecciones, quien no ha conseguido la confianza de los españoles. No viene mal recordar, que en cualquier país del mundo, lo hemos visto recientemente, el que pierde las elecciones se va. Aquí en España no, no sólo por Sánchez, también Garzón, de Izquierda Plural, ha reducido su partido a una quinta parte, solo dos Diputados, y ahí anda pidiendo un Ministerio y dando lecciones éticas cada vez que dice algo. El Sr. Sánchez, debía haber dimitido la misma noche electoral cuando supimos que había llevado a PSOE al mayor fracaso y descalabro de su historia. Y no solo no hizo eso, sino que se ha empeñado en llegar a la Moncloa. Por el bien de todos, debería haber asumido su derrota y pasar a la oposición dejando gobernar con su abstención, al Partido que había ganado las elecciones. No es bueno para España un Presidente fracasado y el El Sr. Sánchez fracasó en las elecciones, fracasó en las dos sesiones del Debate de Investidura, y ha fracasado en su intento de Pacto a tres con Ciudadanos y Podemos.

El Sr. Iglesias, ha demostrado durante todo este tiempo, lo que todos sabemos. Su único empeño, es destruir el sistema, acabar con todo lo establecido, y hacer un sistema parejo al de Venezuela o Irán, de donde les viene su financiación. Control de todo y absoluto desprecio a lo que hay. Eso es Podemos y la verdad, es que no lo ocultan. Su responsabilidad ha sido la de ayudar en alargar este denigrante proceso en perjuicio de España.

La responsabilidad del Sr. Rivera, es casi igual que la de Sánchez. El Pacto PSOE- Ciudadanos, que tan grandilocuentemente firmaron, el apoyo a una Sesión de Investidura que nació muerta, no era otra cosa que hacer perder tiempo a los españoles. El veto de Ciudadanos a Rajoy, alegando su “incapacidad para gobernar”, así como sus continuos cambios de opinión sobre temas transcendentales, demuestran su inexperiencia y su falta de mayoría de edad política, que no ha beneficiado para nada en todo este proceso, participando activamente en el espectáculo montado. Pretende que el PP apoye su Pacto con el PSOE, pero el PP nunca podría apoyar ese Pacto, ya que se trata de una enmienda a la totalidad de la labor realizada durante los cuatro años por el Gobierno del Partido Popular. Se trata de un Pacto que pretende derogar todas las reformas puestas en marcha durante la anterior Legislatura. ¿Cómo pueden pretender los que han perdido las elecciones, que el partido que las ha ganado, se una a un acuerdo para derogar todo lo que han hecho? ¿Pero a qué han estado jugando?. Dicen que la experiencia es un grado, y desde luego que se nota.

Al final de todo este espectáculo, volvemos donde estábamos al principio. Sólo hay una fórmula para que no se repitan las elecciones. Y todos sabemos cuál es. Todos miran otra vez a Mariano Rajoy, el único que no ha formado parte de este grotesco vodevil, del teatro montado en el Congreso de los Diputados, de la fanfarronería. El único que no ha cambiado de opinión, el único que no ha participado en intercambios de libros, en grandes fotos y apretones de manos televisados, ni continuas ruedas de prensa. El único que ha respetado al líder de cada formación política y no ha vetado a ninguno. El único que ha sabido mantener la dignidad de lo que representa. Ya ha anunciado el mismo Pacto de Gobierno, el mismo ofrecimiento que hizo, una gran coalición con 5 objetivos esenciales para España: crecimiento económico, mantenimiento del Estado de Bienestar a corto y largo plazo, defensa de la unidad de España, lucha contra el terrorismo y lucha contra la corrupción. Esto, es lo que necesita España, es lo que necesitan los españoles.

Será responsabilidad del PSOE si no lo acepta y vamos a nuevas elecciones. No pueden culpar a nadie más que a ellos.

Lo único positivo, por buscar algo, si se producen unas nuevas elecciones, es que serán los comicios en los que los electores estén mejor informados para poder dar su voto. No sólo conocerán el programa electoral de cada formación, sino que sabrán de antemano lo que cada líder del partido va a hacer con sus votos. Sánchez sumarlos a Podemos, y Rivera sumarlos a Sánchez.

De todas formas, el espectáculo por fin, habrá acabado.

Artículo de opinión de Beatriz Escudero, diputada del PP por Segovia.

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