La plataforma No Más Mierda ha hecho un llamamiento para que las administraciones públicas se aseguren de que los residuos que se están retirando de la planta de tratamiento de Fuentepelayo se estén tratando convenientemente “pues podría ser que se estuviera vertiendo en otros terrenos que serían contaminados de la misma forma que lo han sido los de Fuentepelayo, Zarzuela del Pinar y Aguilafuente”, según ha apuntado el portavoz, José Luis Ordóñez.
En una nota pública, Ordóñez ironiza sobre la retirada de los residuos que “se está efectuando por parte de la propiedad de la planta bajo la estrecha vigilancia de los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León más el Seprona de la Guardia Civil de forma tan discreta que no se nota”.
De acuerdo con sus explicaciones, en los últimos días se puede observar el trasiego de un camión cargado de paja que acude a las instalaciones donde está “el rebaño de ovejas del dueño de la planta” y, una vez vacío, se dirige a la planta “para llevarse residuos en plena podredumbre” y cruzar la autovía de Valladolid “camino de Navas de Oro”, un movimiento que en principio “alegra” a la plataforma “porque por fin se vaya retirando la basura en putrefacción” por eliminarse los elementos que contaminan “el suelo, el agua y el aire del municipio”, aunque con el temor de que los residuos simplemente se estén cambiando de ubicación a otras fincas.
Además, subraya que “resulta poco higiénico que la caja del camión utilizada para transportar un alimento, la paja para las ovejas, sea usada para el transporte de materia orgánica en putrefacción”.
“Sigue siendo tristemente curiosa la forma de actuar del dueño de la ‘planta’ que vive en Fuentepelayo, pues mezcla la supuesta actividad de gestor de residuos con sus actividades agrícolas y ganaderas. Durante años vertió lodos y lixiviados, además de acumular residuos sólidos, en numerosas parcelas agrícolas y lo hizo aprovechando que tenía alquiladas esas tierras con la disculpa de cultivarlas, incluidas las de la “masa común” de propiedad municipal, y ahora, en estos momentos, mezcla su actividad pastoril con la retirada de los residuos en putrefacción que aún quedan en la planta”, concluye Ordóñez.
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