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Los procuradores, a reconducir el desplante provincial por las UBOST

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El desplante de las diputaciones de Segovia, Ávila y Salamanca al proyecto de Junta para delimitar UBOST, o áreas supramunicipales para la prestación de servicios desde la Junta, ha tenido en el PP una rápida respuesta. Rueda de prensa de los procuradores autonómicos, María Ángeles García, Juan José Sanz Vitorio y José María Bravo (en la imagen) para más que sofocar, reconducir un proyecto que la Junta considera la piedra de bóveda de la articulación territorial para las próximas décadas y que se les está escapando de las manos, aún antes de empezar.

“Las cosas no han sido bien explicadas”, “se trata del proceso más participativo y consensuado que se ha acometido jamás”, repetía una y otra vez Sanz Vitorio. “Hemos sido eficaces, pero no eficientes, con las UBOST solo pretendemos ganar en eficiencia”. En definitiva, más que una regañina al aparato local por el desplante, a los procuradores les ha tocado esta vez repartir vaselina.

Y hacen bien en no forzar la máquina. No es la primera vez que Juan Vicente Herrera intenta comarcalizar la región, en el ánimo, como explicó Sanz Vitorio, de dar rango de ley a la ordenación de aspectos como cuántos centros de salud debe haber, cuántos colegios, qué servicios sociales, y terminar con la manirrota costumbre del que más chifla capador. Algo que no tiene porque jugar contra el medio rural, sino al revés. “Le damos rango de ley, de manera que un centro de salud fijado en una UBOST no podría ser eliminado por razones demográficas”, explicaba el procurador.

Entonces, ¿dónde está el problema? Porque el caso es que entre los alcaldes segovianos (sean del partido que sean) muy pocos por no decir ninguno parecen estar a gusto en el debate. “El problema está en los ambulatorios y en las mancomunidades”, explica un alcalde.

Yo quiero un ambulatorio

UBOST2016El medio rural está envejecido, de ahí que los centros de salud -más incluso que las escuelas- sean en el siglo XXI el caballo de batalla. La propuesta de la Junta establece que en cada UBOST habrá un mínimo de un centro de salud y hasta tres. Esto plantea un problema. Por un lado, tienes a localidades como Aguilafuente o Turégano, cabeceras “de facto” de zonas más o menos consolidadas, que aspiran a ese ambulatorio y que con las UBOST en la mano deberán conformarse con seguir adscritos a Carbonero o Cantalejo. De ahí por ejemplo que Turégano haya alegado a su inclusión a Entre Ríos. En tanto Aguilafuente y municipios colindantes, que suman más de 3.500 habitantes alegó su voluntad de configurar una UBOST independiente de Carbonero.

El segundo problema, sobre el que insistió el informe de la Diputación es la cuestión de las mancomunidades. Como recalcó José María Bravo, las UBOST no significan la asunción de las mancomunidades y comunidades de villa y tierra operativas; con independencia de las UBOST los pueblos podrán seguir con los servicios mancomunados. Eso sí, a fin de evitar como ocurre actualmente que un mismo municipio pertenezca a cinco mancomunidades diferentes, el proyecto crea una nueva etiqueta administrativa, la Mancomunidad de Interés General. Y al dato, para recabar subvenciones de la Junta (y de un modo u otro todas las actuales tienen en la Junta algún apoyo) tendrán que ser Mancomunidades de Interés General. Todavía no está claro que catálogo de servicios deberán prestar estas nuevas entidades. Pero claro, a muchos municipios, que les ha costado sudor y lágrimas mancomunizar -mejor o peor- servicios, la sola idea de tener que renegociar el agua, la ruta de las basuras o las horas de prestación de servicios del arquitecto les produce un intensa sensación de cansancio.

Añadan a ello la siempre espinosa cuestión de porqué en tu pueblo sí y en el mío no y comprenderán los recelos que plantea la comarcalización.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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