Dos bomberos cortan la farola por su base.
Demasiados temporales seguidos. Los bomberos de Segovia han tenido que acudir este 23 de enero al barrio de Nueva Segovia donde una farola amenazaba con venirse abajo sobre la carretera y al final se decidió su retirada para evitar males mayores. El elemento llevaba tiempo “moviéndose demasiado en cuanto hacía viento y ya estaba inclinado”, según relatan los vecinos de la zona, escasamente sorprendidos por el suceso.
El suceso se produjo en torno a las 17.30 horas cuando se dio aviso de la peligrosa inclinación que presentaba una farola de unos seis metros de altura ubicada en la esquina la calle Baltasar Gracián y la plaza de Miguel de Unamuno, en Nueva Segovia.
Al lugar acudieron policías locales y bomberos de Segovia que ante el peligro evidente de desprendimiento de la base decidieron cortar la farola por su parte baja, para lo que utilizaron parte del equipo de excarcelación de los propios bomberos que se ayudaron de la autoescala para hacer descender la estructura suavemente sobre la acera.
El viento derribó parte de la cartelera en un andén de Guiomar.
Pese a las advertencias de Aemet por la llegada del temporal de viento y lluvia, “Ignacio”, con previsiones de rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora, los bomberos de la capital no tuvieron que hacer más salidas por el viento este 23 de enero que la reseñada, a diferencia del día anterior, cuando tuvieron que intervenir en distintos puntos de la ciudad para retirar tejas y otros elementos de edificios que amenazaban con desprenderse sobre las aceras.
En la estación de tren Guiomar, las fuertes rachas descolgaron un elemento de cartelería en uno de los andenes aunque en ese momento no había viajeros cerca por lo que no hubo que lamentar ningún daño personal. La zona tuvo que ser acordonada durante varias horas.
Diputación
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