Posted By Redacción on 30, Jul, 2021

David Llorente es historia del deporte segoviano al igualar en el slalóm K1 de piragüismo el décimo puesto obtenido por Antonio Prieto en la marcha de Barcelona 92.  Pero la impresión que deja el palazolense en esta primera participación olímpica es que lo mejor está aún por llegar.

Arrancó muy bien Llorente en la semifinal, disputada a las 14 hora local (7:50 AM en Segovia), con un calor sofocante y el agua a 32 grados. Allí embarrancaban las piraguas de, entre otros, favoritos como el italinao Di Gennaro, que no pasó el corte.  Muy seguro, David amarraba la octava posición para la gran final.

Salía el tercero Llorente. Por delante, el austríaco Oschmauz, noveno en la semifinal y que bajó como una centella en una bajada que le valió la cuarta posición. El listón estaba muy arriba y el joven de Palazuelos, 24 años, subcampeón del mundo en 2019, salió a muerte. En la novena puerta perdió la trazada luchando por remontar y salvar el escollo; por poco pero no lo logró, como consideraron los jueces en la revisión. 50 puntos de penalización, que prácticamente condenaban al campeón segoviano a la última plaza de la final con un tiempo de 98:58 (en el total, 150:08, 50 de penalización por saltarse la 9 y otros 2 por tocar en la 17).

El máximo favorito, el campeón mundial y bronce en Río, Jiri Prksavc, hizo valer su condición, y de qué manera. Salía el último y debía batir la que parecía imbatible marca del esloveno Jakub Grigar (décimo en el mundial 2019) y con un estratosférico 94:85 que pulverizaba los 97:11 del a la postre tercero, el alemán Hannes Aigner (97:11). El checo sencillamente lo bordó. Ni un error y un descenso a hipervelocidad, 91:63, superando por más de tres segundos al medalla de plata. Increíble.

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