El Colegio de Médicos de Segovia y el de Farmacéuticos pondrán en marcha una campaña para sensibilizar al consumidor de la necesidad de obtener con receta fármacos de popularidad en auge. Son pastillas como el Ibuprofeno de 600mg, el Paracetamol de 1g, el Omeoprazol, tratamientos dermatológicos, antiestamínicos… Desde hace ya unos días en las farmacias segovianas ya no se dispensan estos fármacos si no hay receta.
“A partir de la sistematización de los medicamentos genéricos hubo una bajada de precios en estos fármacos que hizo que, a pesar de que solo se pueden vender con recetas, mucha gente los adquriese sin. En las farmacias se relajaron los requisitos porque después de todo quién no se toma un Omeoprazol o un Ibuprofeno. Sin embargo, la sobremedicación, el autoconsumo, son problemas muy graves, que hay que atajar, por lo que farmacéuticos, médicos y otros colegios, como podólogos o estomatólogos, vamos a desarrollar campañas de concienciación para difundir la necesidad de la dispensación con receta de todos estos fármacos”, explica Enrique Guilabert, presidente del Colegio de Médicos de Segovia.
En el trasfondo, la enorme preocupación en el sector sanitario por el incremento de patologías relacionadas con la resistencia a los antiobióticos y la tolerancia al fármaco. Las bacterias reaccionan a los antibióticos con nuevas cepas inmunes o más resistentes a los fármacos, lo que minimiza la eficiencia de los tratamientos convencionales. Igualmente, acostumbrar al cuerpo a automedicarse a la menor molestia redunda en que los farmacos pierden efectividad cuando la cosa se pone realmente mal. “Por ejemplo, el Omeoprazol, hay un continuo abuso de este fármaco”, advierte Guilabert.
Los médicos recuerdan que, además de la receta del Sacyl, los médicos particulares u otros colectivos como podólogos o dentistas, también están autorizados a prescribir recetas. En todas ellas se mantiene la trazabilidad, quién la ha recetado, desde cuándo…
Para la organización médica colegial, la aplicación estricta de la normativa no tiene porque llenar los consultorios. “Gracias a la receta electrónica, se pueden expedir recetas de una sola vez por el tiempo que dure el tratamiento, ya sea una semana o 12 meses”, explica Guilabert.
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