La puerta precintada de la que fue la vivienda de Pedro Luis Gallego.
La Policía Judicial de Madrid ha precintado ahora, tres semanas después de la detención del violador y asesino, Pedro Luis Gallego, el piso en el que residía en régimen de alquiler, en la calle Dámaso Alonso de Segovia en el que las autoridades policiales cree que cometió al menos dos violaciones en los últimos meses a mujeres que previamente había secuestrado en Madrid.
Varios policías del Grupo III de la Unidad de Familia y Mujer acudieron pasadas las 10.30 de la mañana del 5 de julio al 16 de Dámaso Alonso para instalar las cintas adhesivas de precinto con los distintivos policiales en todas las juntas de la puerta, y sobre la cerradura un cartel de advertencia de la prohibición tácita de acceder al inmueble. Los policías ni siquiera entraron en la casa, de acuerdo con algunos vecinos que presenciaron la escena.
Aunque el propietario de la vivienda había recibido instrucciones explícitas para que no accediera al inmueble, lo cierto es que cuando el pasado 14 de junio los investigadores del mismo grupo dieron por concluido el registro de más de 12 horas que habían practicado en la vivienda cerraron las persianas y ventanas, al igual que la única puerta de acceso en la que ninguna marca la diferenciaba de las del resto del rellano.
Que ahora, más de tres semanas después, se precinte el inmueble aparenta estar relacionado con el curso de las investigaciones sobre la actividad delictiva de Gallego en su interior y quizá de la necesidad de practicar aún pruebas periciales o de reconocimiento del escenario por parte de las víctimas, según fuentes del ámbito policial consultadas por esta redacción. Precisamente, en el marco de esas investigaciones, la pasada semana prestaron testimonio ante el juez las personas que habían intervenido de algún modo en el alquiler del piso sin que haya trascendido el contenido de esas declaraciones.
Pedro Luis Gallego, que como “violador del ascensor” cometió dos asesinatos y 18 agresiones sexuales fue detenido en Segovia, ya con su nuevo alias, “el violador de la Paz”, acusado de dos violaciones consumadas, presuntamente en la vivienda de Segovia, y otros dos intentos más, aunque la policía ya expresó entonces que podría estar vinculado a otros ataques a mujeres con los que no se le había relacionado hasta su detención.
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