Isabel Blanco, consejera de familia, y Miguel Ángel de Vicente, presidente de la Diputación, inauguraban la primera unidad de convivencia en el CAPDI Los Juncos -anteriormente CAMP El Sotillo- en La Lastrilla, una unidad bautizada como la Ojalvilla en recuerdo de un asentamiento poblacional desparecido que existió en la zona durante la Edad Media.
Las Unidades de Convivencia son un formato residencial que sustituye la estructuración hotelera de estos establecimientos por otra más doméstica, con espacios autónomos donde convive un grupo de internos. Así, en la Ojalvilla, residen desde mediados de abril diez hombres y cuatro mujeres de entre 32 y 86 años con una discapacidad intelectual de entre el 44% y el 99%. “Un modelo de atención residencial centrado en la persona, que trata de garantizar la calidad en la atención y la protección de los más vulnerables por medio de módulos íntimos y acogedores, que facilitan la convivencia y el desarrollo del proyecto vital de cada persona de acuerdo con sus deseos y preferencias”, explicaba el presidente de la Diputación.
Ubicado en un antiguo almacén del centro de 265m², este espacio, en cuyo acondicionamiento la institución provincial ha invertido 200.000€, cuenta, además de con una grúa portátil –a la que han sido destinados 8.762€-, con una zona común de 68 m² con cocina y salida a una zona ajardinada a la que se accede desde el salón, desde el cual se da paso también a la zona de siete habitaciones dobles con baño propio.
El proceso de cambio del centro hacia un modelo de atención centrada en la persona comenzó en el año 2013 y este es el primero en el campo de la discapacidad que se inaugura en Castilla y León. Actualmente la Diputación ha construido ya 4 unidades de este tipo, tres en residencias de mayores, de las ocho en total previstas.
Diputación
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