El Jardín de los Poetas, uno de los más bellos de la ciudad, vuelve a estar abierto al público.
Fin de la alarma. El agujero que apareció en el Jardín de los Poetas surgió “por acumulación de agua y no ha causado daños estructurales” a la muralla medieval de la ciudad, según se concluye de la inspección del terreno realizada por técnicos municipales y de la Junta de Castilla y León que confirman las primeras apreciaciones de la concejala de Patrimonio y Urbanismo, Clara Martín, cuando, en noviembre, se detectó casualmente por un jardinero municipal una oquedad en el suelo y la edil consideró que no había afecciones en la construcción defensiva.
El hallazgo obligó al cierre provisional del Jardín de los Poetas —en la calle del Pozo de las Nieves, junto a la puerta de Santiago y cerrado por uno de sus lados por la muralla— y a prohibir de nuevo el paso de vehículos bajo el Arco de Santiago para eliminar las vibraciones en la zona provocadas por el paso de vehículos, una preocupación preventiva justificada por la conocida inestabilidad del terreno en aquel punto en el que ya se había producido el derrumbe del cubo 59 por esta causa en 1998.
Algo más de un mes después de detectarse el agujero y tras la realización de tres catas en el adarve de la cerca de la ciudad con los que se ha estudiado el estado de los terrizos y de la propia muralla, el Ayuntamiento ha dado por finalizada la intervención y reabrirá de nuevo el bucólico paraje para el uso de los ciudadanos.
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