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La habitación de Concha Velasco

Leyenda viva de la escena, Concha Velasco subía el sábado a las tablas del Juan Bravo, la última vez fue hace cinco años, para dar vida a una octogenaria agorofóbica que se niega a abandonar su apartamento en un rascacielos y de donde no ha salido en medio siglo, su pequeño, diminuto y cómodo lugar en el mundo. Metáfora del confinamiento como frontera interior que nos encarcela en nosotros mismos.

Tal vez por ello la escena de La habitación de María en la que la protagonista decide si quiere o no salvarse de las llamas que amenazan el edificio, prendiendo fuego a sus demonios, y cuenta de dónde sale ese infierno que la ha mantenido en lo alto de un rascacielos durante media vida, resultó la más sobrecogedora de la obra. Después de la larga y merecida ovación, Concha Velasco, divertida, amable, agradecida y creyente, se despidió del público segoviano bendiciéndolo e invitándole a dejar que siempre encuentre en la cultura un medio de supervivencia. Hay que salir.


Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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