El portal de seguimiento de la epidemia de covid19 de la Junta de Castilla y León incorpora como novedad el seguimiento municipio a municipio de la enfermedad, informando de los indicadores de riesgo en aquellos municipios de más de un millar de habitantes. En los pueblos pequeños, en cambio, solo se indica el nivel de riesgo en el que están.
Así, en la tasa que mide los nuevos contagios en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, hay 50 municipios en “riesgo extremo”, seis en riesgo alto, y dos en riesgo medio. El resto de la provincia, otros 150 municipios, está en “nueva normalidad” por ausencia de contagios en dos semanas. Sin embargo, la propia web informa que se trata de municipios muy pequeños (todos ellos de menos de mil habitantes) donde la detección de un único caso dispara la estadística; un único caso en un pueblo de 500 lleva de la “normalidad” al “riesgo extremo”.
Más fiables son los datos de los municipios mayores, encabezados por Cuéllar, ahora mismo, la localidad con la tasa más alta con una tasa de 949. Le sigue Coca (794), El Espinar (634), y Cantalejo (510). En el otro extremo, no llegan a 200 Riaza, Torrecaballeros o Trescasas.
Número reproductivo básico
Otra incorporación es el Número reproductivo básico por provincias, el RT. Es un indicador al que los epidemiólogos dan mucha relevancia por cuanto permite anticipar la evolución de una epidemia. Mide el número de infectados por cada caso. Es decir, por cada contagio cuantas personas más llegan a contagiarse. Para calcularlo se toma un periodo de tiempo, la cifra de contagios al principio y final de ese periodo y si el indicador es menor a uno señal de que la curva de la epidemia va a la baja, si es mayor de uno se considera que sigue en crecimiento.
En estos momentos Segovia marca un R0 de 0.85, entre las más altas de Castilla y León. La evolución del indicador a lo largo de la pandemia marcó picos a mediados de junio y agosto, si bien seguida de abruptas caídas que podrían apuntar a cribados masivos que incrementaban repentinamente el número de contagios. Sin embargo, en ningún momento de la epidemia el indicador ha bajado del 0.50, y el gráfico denota una evolución en dientes de sierra que puntulamente superan el 1 lo que explica la lentitud en la reducción de los parámetros de contagio.
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