Dos turistas en Cronista Lecea.
El optimismo con el que comenzó para la hostelería el puente festivo de la Semana Santa, con una importante afluencia de visitantes el jueves, 1 de marzo —en las condiciones actuales eso es trabajar al 40 por ciento respecto a la última Semana Santa “normal”, la de 2019— se vino abajo el viernes, cuando se produjo una sensible caída de los usuarios de bares y restaurantes, por debajo del 20 por ciento en el mismo comparativo, según los datos aportados por el presidente de Hotuse Aihs, Jesús Castellanos, que tacha la ocupación hotelera en este momento como “residual”.
Una terraza con varias mesas vacías a la hora de comer de este viernes.
Las predicciones meteorológicas de las horas previas, más que la misma situación climatológica en tiempo real, se perfilan como las “responsables” del bajón de asistentes el viernes. Al estar autorizados únicamente los viajes exclusivamente intracomunitarios y por tanto de ida y vuelta “la gente consulta el tiempo por la mañana y si ve lluvia se queda en casa” razona Castellanos que, pese al irregular comienzo del puente, aún prefiere “ser optimista y confiar en que se enderece algo en los dos días que quedan”. Quizá sea posible. Hay anunciada probabilidad de lluvia este sábado pero sólo a la hora de comer y tiempo soleado por la tarde y durante todo el domingo.
El colectivo comenzaría a considerar como bueno alcanzar un nivel de trabajo (y facturación) “entre el 30 y el 40 por ciento respecto a 2019” mientras su presidente recuerda que los establecimientos segovianos han hecho “una apuesta importante por estas fechas sacando a personal de los erte y haciendo nuevas inversiones en género que sería catastrófico que se quedara en los almacenes.”
Hoteles vacíos
Para los que este puente festivo no supondrá ninguna mejora es para los hoteles y hostales que permanecen abiertos, tanto en la capital (3), como en la provincia (6) que permanecen prácticamente vacíos en ausencia de los visitantes procedentes de Cataluña, Valencia o País Vasco, usuarios principales de las camas de los alojamientos.
Castellanos lamentó una vez más en que no se haya puesto en marcha en Segovia ninguna campaña de bonos para el sector como si han hecho otras ciudades como Salamanca y, por otra parte, lamentó la incertidumbre sobre las medidas de endurecimiento que se anuncian desde la Junta a partir de la próxima semana referidas a un nuevo cierre del interior de los bares. “Parece claro que en las localidades de más de 5.000 habitantes, incluida la capital, tendremos que cerrar otra vez los bares y nos queda la incertidumbre de qué pasará con los pueblos entre 150 y 5.000 habitantes”, se quejó.
La foto con el diablillo para dos visitantes de la ciudad.
3 abril, 2021
Suma y sigue en la principal industria de Segovia .
Depauperada y con el vaticinio de obligado cierre y nuevas prohibiciones para los ciudadanos..
Por cierto, quedamos a la espera de informaciones exhaustivas sobre la actividad económica y el empleo .
3 abril, 2021
A ver si va a resultar que el personal es más responsable de lo que creemos, pese a los “negaciopelas” que sólo piensan en el bolsillo (sin dar soluciones políticas, por ineptos) y procuran hacer caso a los expertos -?-. Menos mobilidad, más sensatez y vacunas y menos bocachanclas anticiencia y buenos políticos es lo necesario. ¡Salud!
3 abril, 2021
Toda la razón :
Hacen falta políticos competentes, que para eso fueron elegidos y que perciben su salario en tiempo y forma.
Hacen falta políticas económicas y ayudas para los más afacetados que nunca llegan..
Sobran personas que dicen saber de todo , pero que aportan poco o nada.
Y sobre todo faltan vacunas .
Y falta más control sobre actitudes que van en contra de la seguridad de todos..
Los que cumplen las normas deben estar amparados por sus derechos fundamentales.
Estamos de acuerdo con usted.