Con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero, la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) ha querido poner el foco en un aspecto esencial para el abordaje del cáncer: la prevención. La evidencia científica sostiene que, en el ámbito europeo, se podría evitar más del 40% de los tumores adoptando hábitos de vida saludable, que son más efectivos si se hacen desde la infancia.
Teniendo en cuenta esta máxima, y sabiendo que la previsión es que vaya aumentando la incidencia de la enfermedad en los próximos años, la prevención es ya una herramienta fundamental para evitar un número importante de casos nuevos de cáncer cada año, así como el impacto que supondrá, no solo para las personas, sino también para los Estados el hacer frente a la enfermedad en los próximos años.
Los datos obligan a volcar os esfuerzos este año en este aspecto, ya que los estudios que maneja la asociación indican que un 31,4 por ciento de los escolares entre 12 y 16 años han tenido contacto con el tabaco y un 9 por ciento lo hace a diario, mientras que 146.000 adolescentes han empezado a consumir cannabis en el último año. Además, 8 de cada 10 han probado el alcohol y 2 de cada 10 se han emborrachado en el último mes.
Alarmante resultan también los datos sobre obesidad que maneja la aecc, un aspecto que tres cuartas partes de la población piensa erróneamente que representa un riesgo bajo o muy bajo de cáncer. Cuatro de cada diez niños de 6 a 9 años tiene sobrepeso u obesidad y slo un 30 por ciento de los niños —un 12 por ciento en el caso de niñas— hace 60 miutos de ejercicio al día, el mínimo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al mismo tiempo, la asociación ha constatado mediante un estudio en los colegios españoles que la asignatura de Educación para la salud (Eps) tiene una escasa presencia en los centros de primaria y secundaria, de los que el 60 por ciento dedican poco más de una hora a impartir la materia, que la mayoría da forma en actividad física y alimentación saludable. Pese a que es en la adolescencia cuando se inicia mayoritariamente el consumo de alcohol y tabaco, precisamente en el 40 por ciento de los centros de Secundaria no se trata la educación sobre drogodependencias pese a que el 83% del profesorado considera que debía ser prioritario.
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