Gonzaventuras por los 4 puntos cardinales: carretera y manta

Posted By Redacción on 26, Oct, 2019

https://www.youtube.com/watch?v=o5vQvKZYpj4&t=198s

El 16 de septiembre salía de La Losa con un plan, nomadear por la Península viviendo en una pequeña Yamaha de 125cc con la que en poco más de 45 días enlazar los cuatro puntos cardinales de la Península: Cap de Creus al Este, Estaca de Bares al Norte, Cabo Roca (cerca de Lisboa) al Oeste, y Tarifa al Sur. Precisamente el 24 de octubre llegaba a su última meta, Tarifa, de ahí para casa en lo que serán cerca de 6.000Km de ruta.

Lo de Gonzalo Sanz es una forma de vida: nomadismo digital. No se trata de establecer marcas viajeras o llenar de chinchetas un mapa, lo suyo es vivir por el camino trabajando entre periplo y periplo en lo suyo, diseño web, y trasteando por internet o monetizando sus muy seguidos canales de Youtube (82.500 suscriptores) o Instagram (15.000). Vivaqueando sobre la marcha allá donde le pilla la jornada.

Tras nomadear en bici por Europa y África, se pasó a una furgoneta camperizada por él mismo, de hecho, sus consejos en la materia en Youtube han recibido cientos de miles de visitas. El año pasado se marcó un rally por los 66 pueblos “más bonitos de España”. Tres meses duró la aventura en la que Gonzalo aprendió a ducharse con cinco litros de agua, a reconocer los mejores lugares para vivaquear. En definitiva, hacer su casa de la intemperie. Para 2019 la idea era pasarse a la moto. Montar todos su bártulos en una vieja Yamaha de baja cilindrada… y otra vez al camino. “Yo no era muy de moto, de hecho, es la primera vez que salgo con ella en plan viaje largo, pero me apetecía”, dice.

“Si hace bueno duermo al raso, pongo la esterilla y extiendo el saco. Si llueve pues hay que plantar la tienda. He aprendido que hay sitios bonitos y sitios cómodos. Bonitos como la loma de una colina, una playa. Otras gana la comodidad, una casa abandonada, una vieja estación de tren, alguna vez hasta en cámpings cerrados. Pido permiso, informo a los vecinos de que ando por ahí. En general no hay problemas. También montó los viajes para recalar en casa de amigos, y si lo veo muy mal pues a un hostal y aprovecho para bañarme a fondo”, explica.

Compra comida por el camino, que cocina con su fogoncillo de cámping. Si no hay ocasión, en la aforja siempre lleva una lata, pasta. Pero su pequeña Yamaha es también un espacio de trabajo. Se lo ha montado para alimentar con la batería de la moto ordenadores y todo el set de rodaje que le acompaña en sus viajes, un dron, dos cámaras, un go-pro, además del inexcusable ordenador y el móvil para conectarse a la red. Desde cualquier punto para cualquier punto. Basta buscar Gonzaventuras en cualquier red social, y allí está él.

El nomadismo digital es un estilo de vida que Gonzalo adoptó a consecuencia de un trauma. Un problema de salud y la cara de preocupación de los médicos cuando le dijeron que lo mismo de esa no salía. Felizmente la cosa quedó en susto. “Pero a mi me sirvió para animarme a hacer aquellas cosas que quería hacer y que siempre aplazas. Pues no. Decidí hacerlas”. Y se lanzó al camino. Carretera y manta.

Para muchos será una locura, renunciar a las comodidades del hogar y darse al nomadeo. Para otros la locura es no hacerlo al menos una vez en la vida. Desde luego Gonzalo parece encantado con su forma de vida y ya planea nuevas Gonzaventuras. Hasta ha escrito un libro que define perfectamente el plan: “15+30 maneras de ganar dinero en internet mientras viajas”.