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Fiestas (2): Hogueras con pegatinas

Quien lo diría hace dos semanas, pero San Juan cumplió sobradamente en lo que a calor se refiere. 22 grados marcaba el mercurio pasada la media noche. Eso en el Azoguejo, en la plaza pongan unos cuantos grados más. Un calorazo cordobés, y desde el escenario que pega a la Catedral mayúsculo ambientazo verbenero, con tropocientos segovianos dándolo todo con la energía  de La Pegatina. Conforme al guión previsto, los catalanes cumplieron con sus eskatalítikas cumbias, rumbas, hasta mazurkas, la intro de Le Avventure di Pinochio mezclada con el Coche Fantástico, para acabar con el celebrado Mari Carmen, Mari Carmen, tu hijo es… Todo entre el regaeton y la Orquesta Pikante. Concierto más que cumplidor y efectivo. Bien distinto de la primera vez que actuaron en Segovia, hace unos años, y ante una decena de desconcertados fans, como ellos mismo recordaron. Probablemente, el concierto de las fiestas. 20.000€ de caché, eso sí.

En contraste, este año han fracasado vilmente las pañoletas antivioladores, los vasos de reciclaje, ni rastro de “briagas violetas·” ni de la “batería de medidas” para “unas fiestas limpias”. Parte del personal, de 30 para abajo, cargaba con las bolsas del Carrefour rebosantes de material, que esforzados agentes de la policía local revisaban de vez en vez para comprobar la preceptiva homologación: nada de vidrios, todo en plástico. Luego pasa que intentar acercarse a primera línea sin pisar “la merienda” es cosa que requiere mucha atención y cautela; si ven que les falla el talón es que es eso, acaban de pisar el botellón verbenero de algún clan esparcido por un metro cuadrado. Claro que en las barras de los bares también costaba lo suyo avituallarse, largas colas y a rezar que el de delante no sea el “pedidor oficial” de Bernardos o afín, en referencia a estos que piden para medio pueblo: “mira, me vas a poner veintiséis cubatas de Bombay, catorce botellines, treinta shandys y dos Powerades con Dyc”. Mayoristas, es la palabra. Ya decimos que hacía calor-calor. Y Segovia parecía Benidorm.

También falló parcialmente el plan para asegurar la subida por la cuesta de San Juan de los camiones de los espectáculos. Los de las obras hubieron de emplearse a fondo con la explanadora para habilitar un caminillo que permitiera el ascenso y bajada y desatrancar algún que otro camión. Pelillos a la mar. La ciudad no está en su mejor momento vial. Esto es un hecho, y va para muy largo. Háganse a la idea.

Igualmente costó lo suyo arrancar con la fogata de San Juan, en la que los castizos mandan quemar papelillos con los “malos pensamientos” del año. Gentilmente, los bomberos cogen el encargo y al fuego con él. Una paréntesis para continuar con la verbena de 8.000€, Vertigo. La gente loca.

Buen sábado de ferias y fiestas, pues. Que empezó por la mañana con yoga, rugby, pasacalles, y los espectáculos Ja tan del gusto de la alcaldesa, retrasmitiendo la verbena por Facebook desde el balcón consitgorial. Para hoy el Gran Wyoming y un Cuéllar-Cantalejo, final de la copa federación, todo un clásico. Ahí estaremos. Les dejamos entre tanto con una de “¡eh, majo, haznos unas fotos”.

 

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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2 Comments

  1. Buena iniciática conocer cuánto cuesta cada uno de estos eventos, e innecesario y dañino los 102 decibelios soportados en la Plaza Mayor con los pegatinos.

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  2. ¿De verdad, no se puede escuchar música, a menos decibelios, sin tocar los tímpanos al personal que le interesa menos este tipo de música? en la Plaza Mayor o en San Martín con el bumba bumba. Por cierto los cubos para recogida de ‘algo’ de los desperdicios: bien. Pero empiecen por enseñar a reciclar, lo mismo valen para una vomitoma que un baso de plástico, una botella de cristal o una bolsa con trozos de comida.

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