Escaleras de acceso al complejo del CAT, junto al edificio de emprendedores.
El grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Segovia prefiere los hechos consumados y no quiere que el Ayuntamiento gaste más dinero en el Cat —se han invertido 11 millones y faltan al menos tres más para acabar las obras— hasta que exista una garantía por escrito de la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto de danza Alicia Alonso, que tutela, para que la ciudad cuente con “un proyecto de futuro con todos los cabos atados”.
El pasado 11 de febrero, la Universidad y el Ayuntamiento anunciaron la intención de la institución educativa de instalar en Segovia una extensión del Instituto de danza y otros proyectos tecnológicos vinculados a las artes escénicas a partir del curso 2017-18, utilizando como sede el edificio del Cide, único inmueble levantado y aún inconcluso del macro proyecto del Cat.
Pese a que la asunción del proyecto obliga a concluir las obras del edificio y realizar algunas adaptaciones sobre lo ya construido para dar satisfacción al proyecto educativo, el anuncio se hizo de palabra y sin la firma de un solo documento, algo que preocupa a los populares que además lamentan el “doble rasero” del Gobierno de Luquero, en referencia a los retrasos de obras como la de la estación de autobuses, la avenida de la Constitución o los planes rehabilitadores (Aru) en los barrios de San José y Canongías propiciados por la exigencia municipal de que la Junta confirmara oficialmente su compromiso con la financiación de su parte en esas actuaciones.
“El equipo de Gobierno socialista asume el riesgo importante al destinar un gran montante a adecuar el edificio del Cide a las necesidades de este proyecto y en este caso les vale el compromiso verbal”, se quejan los populares que lamentan el comportamiento voluble del Ayuntamiento a la hora de asegurar los proyectos.
También recuerdan que el proyecto de la Universidad madrileña necesita autorizaciones de la Comunidad de Madrid —que tiene la última palabra en cuanto a la continuidad del propio Instituto— y de la Junta de Castilla y León en base a la opinión de las comunidades universitarias de ambas regiones, “pero nadie nos asegura que las condiciones cambien y que esta relación dure sólo unos años. Si esto sucediera, nos quedaríamos con un edificio vacío, adaptado a un fin muy concreto y que se ha llevado una de las mayores inversiones realizadas en nuestra ciudad”, concluyen.
13 junio, 2016
No está mal la cosa, construimos con el dinero de todos y después: los unos cedieron el convento de Santa Cruz a unos y estos a otros (los unos en pesetas y estos en euros). ‘Bipartido’ que se dice 😉 Si además conseguimos colocar a algunos para dar clase (y bajar el paro, que nadie piense mal) mejor que mejor.