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El pleno de Segovia se centra en la Junta, la Diputación y un aparcamiento

Julio Santos.

Un pleno más escasísimo de contenidos el celebrado este 30 de julio en el que, además de la peculiar renuncia “en diferido” —su carta de renuncia está firmada el 23 de julio y sin embargo participó en la primera parte del pleno— de la concejala socialista, Gina Aguiar, se han visto dos caras poco habituales en los debates. Por un lado, el popular, Julio Santos, en la moción conjunta de los grupos del Gobierno pidiendo la reposición de la consulta vespertina de pediatría en el Segovia III, empeñado en considerar que el problema en este caso nace en las dificultades existentes para contratar personal y no tiene carácter político. Pese a su argumentario, trufado de datos que enfrentó a otros, mucho más recurrentes de sus oponentes no logró hacer modificar la posición de los ponentes de PSOE e IU, a los que se sumaron Podemos y también, Ciudadanos. “Los ciudadanos de Segovia son lo primero”, justificó su voto —más bien ante sus cimpañeros en Valladolid— la portavoz, Noemí Otero.

Jesús Sanz.

Por otro, el concejal de Tráfico, Transportes y Movilidad, Jesús Sanz, también apareció para defender la aprobación de la memoria para la gestión del aparcamiento de la estación de autobuses. Además de las quejas del Partido Popular y Ciudadanos por considerar que el informe de la memoria estaba hecho ad hoc, adaptado a las necesidades de Gobierno local y no creerse, entre otras cosas, las cifras y previsiones es económicas que contiene, ambos grupos y Podemos también, se abstuvieron permitiendo que los votos de IU y PSOE sirvieran para aprobar el dictamen. Sanz comprometió, de palabra, “la dotación transformación y creación de al menos cuatro puestos de trabajo a tiempo completo asignados a Tráfico y Movilidad para gestionar la movilidad de toda la ciudad.”

Peñalosa marca el camino a Podemos

Que una moción se presente con la intención de lograr que se cree una mesa de seguimiento sobre el cumplimiento de los acuerdos plenarios fue otra situación ocurrida en esta sesión. La iniciativa de Ciudadanos salió adelante con los votos de PP y Podemos, aunque ya se sabe que las mociones son “meras declaraciones de intenciones” así que habrá que ver si se desarrolla, teniendo en cuenta que los partidos del Gobierno, PSOE e IU, creen que la Junta de Portavoces o las distintas comisiones informativas son foros suficientes para hacer el seguimiento de los acuerdos y su grado de cumplimiento.

Embarcado en la presentación mensual de mociones sobre las necesidades de los barrios, el podemita, Guillermo San Juan, acudió al pleno con demandas concretas para el barrio de Hontoria, una de ellas prioritaria, que era la de recuperar la figura del operario de usos múltiples para el barrio incorporado.

Logró el apoyo unánime de la Corporación —ningún grupo va a decir, nunca, que no apoya las demandas básicas de los barrios, como se señaló en los debates— aunque eso no impidió que desde la derecha se le tachara de populista y que todos los grupos le recordaran su gran capacidad de influencia en los presupuestos de cada ejercicio para reclamarle que obligue a que se reflejen en las cuentas anuales las exigencias que plantea en sus mociones.

Hasta la concejala de IU, Ana Peñalosa, aprovechó el momento: “Recordamos al señor San Juan que estas mociones a las que nos tiene acostumbrados debe plantearlas en los presupuestos. Esperamos contar con su apoyo en los próximo presupuestos”, soltó en lo que pareció un claro aperitivo de las discusiones políticas que quedan aplazadas para la vuelta de las vacaciones.

Precisamente, Podemos también levantó la mano a la vez que los concejales de PP y Cs apoyando la moción del PP para que se otorguen ayudas directas a los sectores afectados por la crisis económica y social de la pandemia de covid.

Referencias en el pleno, exigencias por escrito

Al margen del orden del día, la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero, llevaba entre los apuntes la tarea obligada de lanzar un furibundo ataque contra las concejalas de la oposición en el Ayuntamiento que a su vez son parte del Gobierno de la Diputación provincial para afear en público que la administración provincial dejara claro en su pleno del jueves que no tiene intención de poner dinero para la eventual llegada de una base militar cuando salga de Segovia el PCMASA2. Soltó el latigazo, sin venir demasiado a cuento, cerrando un debate de una de las mociones, la alcaldesa se mostraba “sorprendida” por que “hay dos concejales de este Ayuntamiento —Noemí otero (Cs) y Azucena Suárez (PP)— que “han votado en contra de que la Diputación se sume a los esfuerzos por traer la base militar”.

El alegato —que el Grupo socialista completó después con una nota más larga enviada a los periódicos en la que se reclamaban incluso reprobaciones de las concejalas-diputadas— generó el enfado, de Otero, primero, que quería hacer uso de su derecho a réplica por las alusiones de la alcaldesa, que no permitió que tomara la palabra, y de Pablo Pérez, después, indignado por la forma de dirigir el pleno por la alcaldesa a la que llegó a calificar como “tirana” y que fue llamado una vez al orden desde la Presidencia e incluso advertido de expulsión.

El futuro tras el PCMASA2 sigue generando bronca política.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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2 Comments

  1. Sigan así.. Mientras la ciudad llena de baches, roturas, farolas en mal estado, tiendas que cierran y segovianos que se largan a vivir a los alrededores. O a Madrid. Sigan peleando por la silla y seremos la capital de provincia más insignificante de España.

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    • ¿No lo somos ya? Salud. Eso sí seguimos teniendo a todo el mundo dando vueltas con coche y deteriorando, aún más, el centro histórico (por desgracia, de lo único que vivimos. No sé lo que nos durarán los monumentos).
      Busquen alternativas racionales para un arreglo urbano integral de la ciudad.
      Planteen soluciones con aparcamientos disuasorios y buen servicio de bus urbano. Llevan pensándolo desde hace dos décadas y aún siguen sin hacer nada de nada (salvo cobrar, y bien, todos los meses).
      Cómo hecho de menos a algún alcalde (de derechas, curiosamente) que no le temblaba la mano a la hora de cuidar su ciudad del tráfico y de su cinturón verde de ciudad tranquila para vivirla, con turismo de calidad.
      Pero claro, para eso hay que haberla mamado, vivido, paseado a diario y, sobre todo, amarla… Cuánto advenedizo tenemos.

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