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El mantenimiento de los autobuses vuelve a unir el voto de la oposición

La oposición municipal ha vuelto a unir sus votos frente al Gobierno en minoría socialista para sacar adelante la moción del grupo popular en la que se reclamaba al Ayuntamiento mayor presión y vigilancia sobre las empresas que realizan el mantenimiento y limpieza de los autobuses urbanos y sus dotaciones como paradas, postes informativos y marquesinas, un aspecto que, salvo el del equipo de Gobierno, el resto de partidos considera que se encuentra en fase de “dejación consentida” por el Ayuntamiento, en palabras del portavoz de centrados en Segovia, Cosme Aranguren, subrayadas por la idea del de IU, Ángel Galindo de que la empresa juega con el prolongado impasse de tramitación del nuevo servicio para relajar sus obligaciones.

Durante el debate, el concejal de Transporte, Ramón Muñoz Torrero, responsable directo del proceso de renovación del servicio, volvió a dar muestras de esa especie de aceptación de la situación de retraso en el relevo de la contrata y por ello el concejal no ocultó su resignación ante las críticas que no obstante le mantienen en “un sinvivir” al que dice verse sometido por la insistencia de la oposición a la que acusó, entre sonrisas, de coger este tema y a él mismo como “un puchingball” por lo que se declaró “con ganas de que se adjudique el nuevo servicio”.

La aparentemente inocente argumentación del edil no sirvió para evitar las críticas. Juan Antonio Miranda, ponente de la moción echó en cara a la alcaldesa, Clara Luquero, que hace dos años, en la discusión de una iniciativa similar, aseguraba que la renovación “no llegaría a 2018”, para recitar después, como el resto de los portavoces, una larga lista de carencias mecánicas, de limpieza y mantenimiento, tanto en los propios vehículos como en los postes informativos sobre horarios, o la desactualización de la página web para exigir al unísono “mayor presión” sobre las empresas que atienden estos servicios.

Desde el equipo de Gobierno se trató de rebatir con encuestas de satisfacción de usuarios —que realiza la propia empresa, según recordaron el resto de portavoces— y con la afirmación de que se ejerce el control suficiente para que se cumplan los contratos, aunque la alcaldesa acabó reconociendo que la mitad de la flota “está obsoleta” y esas presiones “no lograrán que se rejuvenezcan los autobuses más viejos”, mientras que declinó hacer modificaciones d refuerzo en los contratos “porque llegaría antes el nuevo contrato que la modificación”.

Sin realizar demasiadas aportaciones durante el debate, María José García, portavoz de Ciudadanos, el grupo “socio” de los socialistas, levantó la mano al tiempo que el resto de la oposición propiciando que saliera adelante una nueva moción que evidencia los problemas de un servicio que representa el mayor contrato, en cuantía económica, que realiza el Consistorio y que sigue pendiente de resolución y con el servicio prorrogado hace dos años.

García Orejana contra el mundo.

Como los autobuses, en los plenos ya se ha hecho también habitual el enfrentamiento directo que mantiene el grupo de Ciudadanos, con el resto de los de la oposición, siempre críticos con sus cambios de postura para apoyar en situaciones complicadas a sus “socios” del Gobierno socialista o la aceptación sistemática de las modificaciones que los gobernantes socialistas imponen en las mociones que presentan los naranjas para lograr que las apoyen.

En esta sesión también ha protagonizado los momentos más agrios del debate, primero con los populares, frente a los que no dejó pasar la oportunidad de echarles en cara la sentencia del caso Gürtel y después con Centrados en Segovia, frente a los que ha decidido no participar en los debates de sus mociones.

La representante del partido liberal traía clavado del anterior pleno el dardo que le lanzó el de Centrados en Segovia, Cosme Aranguren, cuando la espetó que era “una mosca cojonera” por sus pegas constantes a sus iniciativas. Cuando llegó el turno de debatir una moción de Centrados en Segovia, García usó la palabra para calificar a los de Aranguren de “mediocres que acuden al insulto” y anunciar que no intervendrán en sus debates y “sabrán nuestra postura en las votaciones”.

La moción en cuestión instaba al Ayuntamiento a solicitar las subvenciones del 1,5 % cultural para rehabilitar la muralla de la ciudad en su tramo norte, una iniciativa que salió adelante por unanimidad.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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1 Comment

  1. Es que todavía no toca. Esperen a un par de meses de elecciones, que sino se nos acaba el ‘hemos hecho…’

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