Fuente: Nota de prensa de la Diputación provincial.
Con esta obra Núñez, que tiene ascendencia segoviana, aporta sus últimas investigaciones sobre los celtas y su música. Los musicólogos han encontrado en el pop anglosajón elementos que provienen de las arpas y liras de los bardos celtas, que también aparecen en nuestras Cantigas Medievales y siguen milagrosamente vivos por tradición oral, aquí y en Latinoamérica, al contrario que en casi toda Europa en que desaparecieron con la industrialización. La presentación del trabajo correrá a cargo de Joaquín González-Herrero, miembro del consejo asesor del Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero de la Diputación y presidente del Jurado que otorga los premios Agapito Marazuela, en un acto que conducirá el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez.
España y Portugal, más allá del flamenco o el fado, según Núñez, no han sabido poner en valor su patrimonio musical. Bob Dylan proclamó al aceptar el Nobel que uno tenía que conocer y cantar su tradición antes de componer al estilo del momento. “Ese es el objetivo de este libro: dar a conocer esta parte esencial de nuestra cultura para que el público y los artistas la acaben descubriendo y disfrutando”, señala el músico gallego.
El autor trata de desarrollar que la música celta (llámese modal o medieval europea si se prefiere) no ha permanecido apartada y pasiva en el oeste del Atlántico europeo, reelaborando las influencias que le llegaban, sino que en gran medida debido a su diáspora —como se ha comprobado— ha participado en la creación de la música occidental como hoy la conocemos, de una manera aún poco estudiada y también poco explorada desde un punto de vista artístico.
Tal vez la exploración de las raíces de la música celta sea como las búsquedas en torno a la figura del rey Arturo. “Yo creo que el éxito de la historia artúrica, como el de la música celta, reside en su flexibilidad, su capacidad de adaptación. Y esa búsqueda, no en vano, nos ayuda a conocer las esencias y nos enseña a diferenciarlas de las visiones más superficiales y a veces oportunistas. En suma, nos ayuda a crear nuevas obras enraizadas en lo más profundo de esta tradición. Obras enraizadas que, por supuesto, también se pueden crear renunciando a esa búsqueda, que para mí es un medio, no un fin”, afirma.
Desmonta mitos
Núñez también desmonta el mito de que el trisquel y la gaita que, como dicen los arqueólogos, “siendo los grandes símbolos populares del celtismo, son tan celtas y atlánticos como mediterráneos”. El folklorista también aprovecha para verter su opinión entre la diferencia entre la música popular y música tradicional. “Puedes referirte a la música celta, a la música popular, puedes llamarla de muchas maneras, pero es incuestionable que son músicas que han sobrevivido, se han mezclado mil veces, se han reinventado y que aún así siguen conservando algo esencial, algo de alguna forma connatural al ser humano”.
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