Posted By Redacción on 17, Sep, 2022

Los toros se han convertido en los protagonistas de las espinariegas fiestas del Caloco. En un tiempo en el que parece que la lidia va en declive,  en El Espinar ha habido toros -en realidad, erales, de poco más de un año, no llegan a novillos- por partida triple, con tres becerradas, una para la quinta de la añada, y otras dos para las que no pudieron celebrarla por la epidemia de covid. Mucha participación y, además, con innovaciones, como lo ha sido la incorporación de los encierros por primera vez en la historia del pueblo, que se suma al encierro celebrado en julio por las fiestas de San Rafael, también por primera vez.

Había pues la expectación de las primeras veces para asistir al primero de los dos encierros programados. Tabanqueras llenas de vecinos para una serie de carreras por la calle Molinillo. Sobre 300 metros de recorrido en sentido doble, los erales salían de dos en dos de la plaza de toros, recorrían  la calle de ida y de vuelta para volver a la plaza donde se soltaba uno para los conatos de recortes de los peñistas. Buen ambiente, cero accidentes, y la gente volcada.

No es cosa de Vox

¿Por qué El Espinar ha optado por organizar encierros cuando no había una tradición al respecto? “El Espinar es un pueblo muy ganadero y hay afición a los toros, el programa llevaba muchos años igual, sin cambios, así que optamos por incluir los encierros en San Rafael y El Espinar”, explica Javier Hernando, concejal de fiestas. Aunque reforzar la lidia era un punto exclusivamente del programa de Vox, que ha hecho de la defensa de los toros una de sus banderas,  Hernando niega que hubiera algún acuerdo al respecto con el PP de Javier Figueredo. “Nada de eso. Más bien al revés, cabe recordar que la portavoz de Vox votó en contra de la modificación presupuestaria que precisamente contemplaba reforzar la partida de fiestas con las tres becerradas”, señala el edil.

Así que se da la paradoja de que el partido que dice defender los toros, al final vota en contra de reforzar la partida de toros. Una partida sustancialmente acrecentada este año por la confluencia de tantos festejos pendientes. Si antes del covid los festejos taurinos para todos los núcleos contaban con 75.000€, este año ha salido por 90.000€.

Fue un encierro matinal, o de vermú (a las 13 horas salían los astados), precedido por charanga y reparto de huevos fritos con chorizo, que se remató con la becerrada de la tarde. Este año sin muerte, las banderillas eran sin punta y la suerte de matar se simulaba con un toque de la palma de la mano. Los erales serán posteriormente sacrificados en matadero, fuera de la plaza, evitando los espectáculos que tanta polémica han causado con colectivos animalistas.

Por lo demás la fiesta sigue. Este sábado habrá un segundo encierro, más becerradas, y verbenas. Para el domingo, la romería al Caloco, declarada de interés nacional y broche final a una semana de festejos.

Reparto de huevos fritos frente al parque Geromini.

Comparte en tu WhatsApp