El dolor silencioso del coronavirus

Posted By Redacción on 27, May, 2020

Un emotivo acto celebrado en el Azoguejo ha escenificado el dolor por las víctimas que ha causado la epidemia de coronavirus que mantiene en alarma al país desde el pasado mes de marzo. La enfermedad ha causado hasta ahora en Segovia 586 víctimas mortales.

En el acto, con el que se inicia oficialmente el periodo de luto por este motivo, se han reunido unas doscientas personas, encabezadas por los representantes políticos además de los representantes de las instituciones y asociaciones segovianas que han ocupado las cuadrículas pintadas en el suelo para establecer la separación obligada entre personas en la explanada del Azoguejo.

Trabajadores y personal del Hospital ante la puerta del centro.

La subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, visiblemente emocionada, consideró que el de este 27 de mayo era un “homenaje merecido” de reconocimiento a las víctimas, al mismo tiempo que hizo un llamamiento a la prudencia de los ciudadanos. “No hay cura, no hay vacuna. Todo depende de nuestra responsabilidad”, subrayó Martín instando a la población a que “no contribuyamos a los rebrotes”. También quiso mostrar el agradecimiento a las fuerzas de seguridad y a las policías locales de Segovia y la provincia por el trabajo realizado a lo largo de las últimas semanas de crisis sanitaria.

Actos similares de concentración silenciosa se celebraron también en otros puntos de la ciudad como la Delegación Territorial de la Junta, en cuyas puertas se dieron cita los empleados y funcionarios; o el Hospital General, otro de los focos de mayor presión en esta crisis, donde se dieron cita más d medio centenar de sanitarios además de público en general. También en varios pueblos de la provincia se realizaron concentraciones ante los consistorios.

El Gobierno ha decretado luto oficial por las víctimas de la enfermedad durante diez días, el periodo de duelo más largo en la historia democrática de España, un tiempo en el que las banderas ondearán a media asta en todos los edificios oficiales. El final de este periodo se completará con un funeral de Estado bajo presidencia de los reyes de España.