El Gobierno socialista del Ayuntamiento de Segovia ha reaccionado este 3 de octubre de manera apresurada a las quejas sobre la peligrosidad de las paradas provisionales de autobuses delante del Acueducto acotando con muros plásticos un espacio en el que sólo pueden circular los urbanos y multiplicando las señales que prohíben a otros vehículos detenerse en esa zona en la que también hay una mayor presencia de agentes de la Policía Local.
Las medidas aplicadas son prácticamente todas las peticiones que realizaron el día anterior los miembros del comité de empresa de Urbanos de Segovia a través de una nota firmada por su presidente, Juan Antonio Arlandis, en la que se denunciaba la peligrosidad que entrañaba para los peatones obligados a moverse entre turismos y autobuses.
Al igual que ocurrió con el inicio de la obra de parcheo de baches, la puesta en marcha de la nueva disposición del tráfico en la plaza Oriental se ha aplicado sin anuncios ni aparente preparación previa y la difusión del documento de protesta de los empleados del Urbanos parece haber sido la causa última de la decisión que ha llevado, durante la mañana de este lunes, a la instalación de barreras de plástico rojo y blanco desde la desembocadura en la plaza de la cuesta de San Juan hasta la salida de la calle Teodosio el Grande, para crear un carril, el más próximo al monumento, destinado sólo para el uso de autobuses y dejando otro más exterior y en paralelo para el resto de vehículos.
A simple vista, la medida complica el tráfico tanto en la salida del espacio restringido donde se forma un cuello de botella que dificulta la circulación y que sin embargo “no ha generado demasiados problemas” de acuerdo con fuentes de la policía local, como en la entrada, donde, casi por costumbre, los conductores despistados tienden a dirigir sus vehículos hacia la zona acotada para el autobús.
Últimos comentarios