Recreación idealizada de la sala dedicada a los niños.
La casa de la lectura de la calle Real no estará abierta en el día del libro, ni siquiera tiene fecha de apertura más allá de un vago “para el mes de junio” pero el Ayuntamiento ha querido dar protagonismo al contenedor que aspira a ser un “centro dinamizador de la cultura” y que será un edificio “sostenible y abierto a la diversidad y la memoria democrática” en palabras de la concejala de Cultura, Marifé Santiago, durante la presentación del diseño de los espacios, elaborado en clave de colaboración altruista por el Laboratorio de Diseño d-Lab de Ie University, cuyos responsables explicaron el proyecto apoyados en imágenes que recrean las distintas salas.
La adaptación de los 600 metros cuadrados de la antigua biblioteca del Estado en sala de lectura municipal se encuentra en su fase final y, aunque “el mobiliario ya está encargado, en las obras siempre hay aspectos que no puedes controlar”, según la concejala, que hizo referencia a la aparición de problemas de humedad en algunos puntos del edificio para el que en principio se destinó una partida de más de 40.000 euros para una somera intervención de “pintura y accesibilidad”, pero que ha requerido reformas arquitectónicas —“no muchas, pero sí numerosas”, según justifica Cultura— cuyo presupuesto final no ha sido concretado.
“Un lugar de convivencia en torno al libro”.
La directora de d-Lab, Romina Canna desgranó la distribución de los distintos espacios, bautizados con nombres como “La plaza”, un espacio destinado a exposiciones y salón polivalente; “parque de los libros”, (zona infantil); “pasillo de las letras” (en el patio del inmueble, sala de lectura) o “escalera de los alfabetos”, en la planta baja, mientras que en la planta primera se repartirá en cuatro salas: una “social informal”, destinada a la lectura de periódicos y consulta en ordenadores; una más “para los que deseen profundizar en la lectura”; otra como sala de estudio y la antigua capilla, dedicada a la memoria del poeta, Luis Javier Moreno, cuya familia ha cedido buena parte de los fondos bibliográficos, más de 20.000 libros que tendrá la Casa de la lectura.
Esos fondos, que por ley no podrán destinarse a préstamo y solo podrán leerse allí, se completan con los adquiridos en librerías segovianas a partir de un listado elaborado por la fundación Sánchez Ruipérez para llegar en total a más de 35.000 volúmenes, aún en fase de catalogación.
Canna, doctora en arquitectura, explicó la existencia de detalles incorporados a los diferentes espacios, como la evocación al esgrafiado que adornará la pared principal de “la plaza” mediante una composición creada a partir de una geometría formada a partir de partes de letras; las referencias a distintas tipografías de letras que colgarán en el “pasillo de las letras” o la creación de espacios atractivos para el disfrute lúdico de los libros por parte de los niños en su “parque de los libros”, o el uso del color en la pintura para caracterizar las salas de la planta alta.
Por su parte, la alcaldesa, Clara Luquero, que aseguró que desconocía el proyecto hasta ese momento, se declaró “sorprendida” al término de la presentación ante “un excepcional trabajo con un toque de contemporaneidad en un edificio histórico y un planteamiento de diálogo con el edificio y el entorno”, a la vez que agradeció el trabajo “generoso y altruista” de los integrantes del laboratorio.
Los hermanos del poeta, Luis Javier Moreno, junto a los representantes municipales y del Ie.
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24 abril, 2017
esto de agradecer un trabajo “altruista y generoso” o viceversa, no es que me parezca mal, es que roza lo ilegal, ¿qué arquitecto o profesional cualificado se hace responsable de la intervención? alguien va a asumir sin contraprestación el proyecto? una cosa es hacer un convenio universitario para que estudiantes hagan prácticas, y otra es ahorrarte el contrato de profesionales. viva la precarización!