Cinco meses y un modificado de proyecto que supuso el incremento de una tercera parte el presupuesto inicial hasta alanzar los 118.000 euros ha tardado el Ayuntamiento en cambiar las tuberías de saneamiento y abastecimiento de agua en la parte baja de Ezequiel González y de paso arreglar los huecos vacíos en el subsuelo que años de fugas sin reparación alguna habían causado en la calle, pero por fin, la actuación parece llegar a su fin, según anunció este 1 de agosto la alcaldesa, Clara Luquero.
La alcaldesa obvió los detalles que han rodeado a los trabajos realizados por el Ayuntamiento para preferir subrayar que el remate de la obra le corresponde a la Junta de Castilla y León, a la que metió prisa para que eche la bituminosa y la vía, una de las más transitadas de la ciudad, vuelva a la normalidad cuanto antes y los conductores incluso se atrevan de nuevo a circular por el carril derecho, un auténtico banco de pruebas de amortiguadores antes de los trabajos.
La Junta aún no ha fijado las fechas concretas en las que desplegará allí la maquinaria, aunque aseguran sus responsables territoriales que será “cuanto antes”, una vez que acaben del todo las obras municipales.
La Junta de Gobierno local incluía también en su orden del día la modificación de la licencia de las obras de pavimentación que se están acometiendo por la Universidad en las aceras de su fachada principal.
Climatización del Consistorio
Por otra parte, el Gobierno ha decidido acometer uno de esos problemas que acumulan décadas de antigüedad, aunque en este caso afecta directamente a la casa consistorial donde el sistema de climatización funciona muy deficientemente casi desde la reforma integral ejecutada en los años 90 del pasado siglo. La mejora del sistema de climatización costará 232.000 euros, según el acuerdo del organismo de Gobierno.
Otros acuerdos se refieren a la aprobación de un gasto de 21.000 euros para la expropiación de un pajar en Zamarramala. La construcción se encuentra ocupando un espacio que el PGOU señala como una plaza pública por lo que la intención del Gobierno es derribarla y crear la nueva zona estancial en el barrio segoviano. También se invertirán 4.800 euros para eliminar las termitas que afectan al fielato de San Marcos.
2 agosto, 2019
Siempre culpa de la Junta. El Ayuntamiento lleva 8 meses para poner unos tubos. Como si estuvieran construyendo El Escorial. Y los alrededores de la nueva Uva? Es repugnante cómo están. Otro par de años para arreglarlo el Ayuntamiento. Culpa de la Junta.Culpa de los votantes de Psoe – I Hundida.